Sorprendidos por un distanciamiento doctrinario que crecía sin pausas, sus alumnos le preguntaron a Aristóteles –el más grande entre los filósofos- cuál era la razón que lo llevaba a esto, siendo que se trataba de Platón, su gran maestro y amigo. Parco y preciso en sus respuestas, Aristóteles les dijo: “Platón es mi amigo, pero me es más amiga la verdad”. Con esto nos quiso decir que la lealtad a la verdad debe prevalecer sobre la lealtad a las personas, por más afecto que se sienta por ellas.
Estamos ante la recordación del día de la Lealtad, fecha cara al peronismo pero que suscita algunas preguntas: ¿Qué actualidad e importancia real puede tener hoy un hecho definitivamente del pasado? ¿Qué tiene que ver la lealtad manifestada a Perón en 1945 con la lealtad al actual gobierno que está pidiendo el P.J.?
Ni siquiera sabemos quién es el que maneja el timón del país, ¿Alberto o Cristina? El gobierno, con la eterna excusa de la pandemia, hasta ahora no hizo absolutamente nada excepto prohibir todo. No sabe lo que quiere y por eso la falta de planificación, las improvisaciones y las continuas contradicciones. En lo único que ha mostrado completa unidad de acción es en criticar obsesivamente a Macri y atribuirle la responsabilidad de todos los males habidos y por haber.
Sin embargo en solo diez meses han reducido a escombros la armonía social, la economía, la educación, la industria, el comercio, las libertades, la Justicia, etc. No han dejado margen para pedir lealtad a nada ni a nadie.
La lealtad que el P.J. está pidiendo a la población, según Aristóteles nunca debería ser orientada a personas o partidos, sino solamente a valores indiscutiblemente buenos y verdaderos. El tiempo mata a los hombres y a los partidos. Solo sobrevive la verdad .
Nota: Profesor Humberto Guglielmin
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Foto: Cienradio