SUH: la importancia de la educación para la prevención

Pablo AcroglianoEl neumonólogo Pablo Acrogliano, panelista del programa Buscando Respuestas, de Radio Continental Bahía Blanca, se refirió al Síndrome Urémico Hemolítico, haciendo hincapié en los casos de la región y en los cuidados necesarios.

“El Síndrome Urémico Hemolítico es una enfermedad realmente preocupante porque no solo plantea un desafío médico sino que también es un desafío para la salud pública», aseguró el profesional, quien explicó: «Comienza rápidamente, de forma aguda y se caracteriza por la presencia de anemia, trombocitopenia (disminución de la cantidad de plaquetas) y daño renal».

El Síndrome Urémico Hemolítico, por lo general, es precedido por diarrea líquida o acuosa acompañada de sangre. «Esa es la señal de alarma más importante», remarcó Acrogliano.SUH

«También puede ir acompañada de fiebre, vómitos, dolor abdominal y lo que se llama anuria u oliguria, es decir que el chico no orina u orina muy poco», completó el cuadro de síntomas, añadiendo, además, que es un padecimiento que «afecta principalmente a los lactantes y a los niños».

«Es una enfermedad que puede evolucionar gravemente, afectando el sistema nervioso central, los pulmones, el páncreas, el corazón, y conducir a la muerte. La tasa de letalidad es del 3 al 5 por ciento», detalló.

Cifras

Argentina es el país con mayor incidencia mundial de SUH en menores de 5 años y fue descripta internacionalmente  en 1960, por un argentino, el doctor Carlos Gianantonio. Hay entre 300 y 500 casos nuevos por año. Es la primera causa de insuficiencia renal aguda y la segunda causa de trasplante renal en la infancia. El 20 por ciento de los trasplantes renales infantiles es consecuencia del SUH. Lo causa una bacteria que se llama escherichia coli y está clasificada dentro de las enfermedades llamadas zoonóticas, eso significa que la transmiten los animales a los humanos, básicamente por las heces. Los animales defecan en distintos lugares y se transmite a través del agua y los alimentos y llega a la población.

hamburguesaAl respecto, el profesional de la salud aclaró que la transmisión está asociada a «todo lo relacionado con los bovinos. Por lo general uno vincula el SUH con la famosa hamburguesa y no es tan así. Hay factores asociados que tienen que ver en particular con el consumo de carne picada mal cocida, que no necesariamente es la hamburguesa, y con la leche sin pasteurizar. También las deyecciones de los animales caen en el agua, por lo tanto a veces el consumo de agua no adecuada o de reservorios no seguros pueden producirla».

«Hay un estudio hecho acá en Bahía Blanca, publicado en la revista Medicina en 2013, donde describen lo que llaman la epidemiología del SUH, un período que va desde 2005 a 2010. Está hecho por la doctora Alconcher, a cargo del servicio de nefrología infantil del Hospital Penna y el departamento de zoonosis de Bahía Blanca junto con gente de Tandil. Es muy interesante porque de los 15 partidos que conforman la Región Sanitaria 1, doce reportaron en ese período casos de SUH. Ellos llegaron a la conclusión de que se produce más en las poblaciones rurales que en las urbanas», apuntó Acrogliano.

¿Consecuencia de la mala calidad de vida?

«El género femenino es el que más casos tiene y se produce durante los meses cálidos. Si uno asocia los factores de riesgo que ellos establecieron, acá entran los marcadores de bienestar y esto está directamente ligado a la definición de salud. Ellos vieron que los factores de riesgo no eran comer hamburguesas, sino la falta de provisión de agua domiciliaria, la mala disposición de las excretas, la recolección de los residuos, el lavado de manos, el mayor hacinamiento y obviamente el consumo de carnes picadas caseras», sugirió el médico.

El panelista de Buscando Respuestas, aclaró: «Desde la medicina no hay un tratamiento específico, sino que se hace un tratamiento de sostén, a través de pasaje de fluidos, de diálisis, transfusiones, según la sintomatología que tenga el paciente. Por tanto el tratamiento tiene que ver con el compromiso ciudadano, que involucra algo más que la medicina, tiene que ver con la educación, el saneamiento, con disposición de cloacas, agua potable, el acceso a la salud».

«El estudio del Penna analiza la población urbana y rural. Nosotros tenemos zona agrícola y ganadera y está significando que la gente en la población rural tiene poco acceso a la salud, a condiciones de vida dignas, a controles sanitarios adecuados y a no vivir hacinados. Son enfermedades para comprometerse», sugirió.

Además, mencionó que en el hospital Penna funciona la unidad Centinela, porque son enfermedades de denuncia inmediata, ni bien se tiene el diagnóstico hay que notificarlos. Poder controlar esta enfermedad posibilitaría, además, administrar mejor los recursos de salud, porque si terminamos en trasplante o diálisis, aumentan muchos los costos.

Pronóstico

Si bien Acrogliano sugirió que en muchos casos se recurría al trasplante de riñón o a la diálisis de por vida, también llevó tranquilidad: «Hay puntos intermedios. Es una enfermedad que, diagnosticada a tiempo, tiene una evolución más favorable que diagnosticada a destiempo. Por eso es importante no tanto la acción de la medicina sino los planes de salud, lo que llamamos el saneamiento ambiental. No se soluciona con hospitales, sino con el simple lavado de manos, por ejemplo».

«Muchas veces, en el campo, la leche se toma directamente del ordeñe, sin pasteurizar, eso es un factor de riesgo importante, lo mismo que no hay procesamiento del agua o las excretas. Los chicos juegan en el campo y tocan el pasto y después se llevan las manos a la boca y ahí ingresa la bacteria», refirió.

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