EDITORIAL 113 – La noticia no es la supuesta borrachera o no del funcionario a cargo de Desarrollo Social, Pablo Reynafé que, como buen «boga» le discutió a la oficial negándose a «soplar la pipeta» y así evitó que le hagan el control de alcoholemia. Lo grave y lo que repudiamos, es que no sólo «chapeó» diciendo «¿… saben quién soy yo?”, sino que llamando por teléfono vaya saber a qué padrino, le ayudaron a evitar el control etílico. Y lo peor: Pablo Reynafé se fue manejando por ruta en el mismo estado que se encontraba, vaya a saber cómo.
Si se negó al control es porque agua mineral, gaseosa sabor naranja, Bidú cola o alguna otra, no había tomado. Si bien el jefe, -ahora ex- de la Guardia Urbana, Alvarez López, quiso minimizar el tema, lo grave es que el acta de aquella extraña noche, -y misteriosa actuación de Reynafé-, nunca llegó al Juzgado de faltas. «Se perdió», «nunca ocurrió», “se lo llevó el viento bahiense”. Señores, ¡eso es corrupción!.
Un municipio que enarbola la bandera de la prevención y el manejo responsable con el programa “Bahía Conduce”, que gasta millones de pesos en pauta publicitaria, el mismo que viene de la gestión de Breitenstein y que lo usan muchas veces como herramienta de distribución de la pauta oficial, ¿cómo puede permitir un escándalo de esta magnitud?, Un funcionario se divirtió, cantó como el tujes y encima salió despreocupado con su camioneta a la ruta, con el riesgo de matar. Poca cosa, ¿no?
Esperemos que estos nombres que hoy presentaron la renuncia, no los tengamos que ver en un futuro cercano, en alguna delegación o puesto de «re acomodo» municipal. Aunque fuentes cercanas a esta redacción, nos indicaron que solo hay una renuncia presentada, la de Lopez, aun no se hizo efectiva la de Pablo Reynafé, que es el funcionario que hizo el “bolonqui”
Nos pareció correcto el proceder del Ejecutivo municipal, tanto que nos sorprendió –un saludo para los que dicen que criticamos todo y no encontramos nada bueno-. Mena y Bevi iniciando un sumario para ir a fondo de la cuestion y ver que paso con el “extravio de las actas perdidas o que nunca llegaron al tribunal de faltas”. Eso sí, ojala esto mismo hubiera ocurrido en el escándalo de COPROTUR o el del no menos bochornoso «Carne para Todos» donde el Rafa Morini pasó de sospechado a concejal, -así cualquiera quiere un chas-chas en la colita-. Todos sabemos que Morini es del riñón de Dámaso Larraburu, la novia de aquél está en la lista del Frente Para la Victoria que armó el mismo «flaco» y Rafa responde en forma directa y sin titubeos a «él». ¿Será por eso que Bevilacqua no se animó a pedirle la renuncia cuándo se chorearon algunas cajas de la carne que era para el pueblo? Porque si Alvarez López y Pablo Reynafé supuestamente presentaron o le pidieron la renuncia, ¿por qué no pedirla a los sospechados y responsables de «Carne para Todos» (que además del arrebato, echaron al chofer-Marcolin- que no tenía idea a donde lo mandaban, el purrete hoy no tiene laburo y anda changueando para comprar leche para su hijo)? O hacer pedir licencia a los funcionarios municipales sospechados del COPROTUR, caso Sergio Paladino (uno de los jefes de la banda), Soledad Espina (meta firmar cheques millonarios sin preguntar mucho!… ¡¡Por las dudas!!), Fabián Lliteras (es como el sol, siempre está en estas “movidas”), Ramiro «me duermo en el HCD cuando los vecinos hablan» Villalba (el contador gran «escondedor» de papeles) y el premio mayor para gran jefe y mentor de la estafa a la voluntad popular que ni volvió ni renunció, sigue viviendo en su mundo de «astilleros» «espectáculos» y demás. ¿Quién va a ser? Cristian Breitenstein. ¡¡Que caro nos salen estos tipos a los bahienses !!