Felices Fiestas a todos y a todas!

Juan Carlos Filiberto para Posta Posta.

Por ahí me adelanto… pero hacer estas reflexiones me hace bien y espero que a muchos les sirva también (sería glorioso que eso ocurra). Para iniciar diría que: 2012 fue un año complicado, de esos que en todos los que llevo vividos, se lleva los laureles por  ser el mas movido de todos. En estos días volví a conocer, al involucrarme, cosa que me tenía prohibida para salvaguardarme a un montón de gente nueva y no tan nueva. Me traicionaron cual Judas por algunos pocos dinares, me mintieron, engañaron, prometieron, escucharon sin escucharme y demás delicias de una de las ciudades mas cerradas y obtusas que conozco… pero hay 10 personas, muy distintas entre sí, hasta antagónicas diría, que lograron borrar todo lo malo, lo perverso lo falso que se mueve a mi alrededor. No los voy a nombrar pero ellos saben quienes son. Personas que me abrieron sus corazones, consejos, ayuda y el estar siempre ahí » para lo que necesites»… Estas 10 personas me permiten decir que 2012 fue un año «de puta madre!» como dicen los españoles. A varios de ellos le debo la vida – lisa y llanamente- a los otros; la fuerza, la ayuda y la permanencia en los momentos mas complicados, laborales y de los otros. Como dicen los chicos me hicieron el aguante!… y que aguante «Gigante»… Estas personas son, como me gusta llamarlos, seres de luz. Y gracias a ellos, y a otros iguales a ellos, que nos han acompañado desde el inicio de los tiempos: es posible llegar a este 2012 para poder recitar el ancestral «Feliz Nochebuena, Feliz Navidad!!!. Por mi parte le doy gracias infinitas a la vida por haberme cruzado con ellos, realmente los quiero (con una intensidad que no puedo describir porque no se crearon todavía las palabras para hacerlo) y haría lo que fuera por ellos. Gracias por haber compartido este tramo de mi vida, los tiempos que vienen serán propicios y nos permitirán cosechar lo sembrado para compensar tanto sacrificio y voluntad puestos al servicio de una idea de vida. A los demás, que pululan a mi alrededor, les deseo lo mejor, pero el deseo mas grande que quisiera se les cumpla, es el que puedan mirarse en el espejo cada mañana y que la cara no se les caiga de vergüenza. Conozco a muchos, pero a muchos en serio, que ni siquiera miran las vidrieras por miedo a ver lo que reflejan.  A esos les deseo lo mejor, por eso de «todo lo que va, vuelve…» pero en el fondo, y no tan en el fondo, me dan una profunda tristeza, pena y lástima: miren que tontos!… desperdiciar la vida de esa manera… Dios no nos puso en la tierra para eso… Felices Fiestas de corazón a corazón.

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