El porqué de las Cacerolas y la cobertura de los medios de comunicación

Paulino Rodrigues – Periodista de Canal 26 y Radio Continental. –

Pulino Rodrigues: Lun a Vier por 103.9 Radio Continental y AM 590.

Así como tantas veces muchos que se dicen críticos y observadores de los medios, cuestionan a aquellos no enrolados en el discurso oficial, espero que hagan su crítica sobre lo ocurrido con la pantalla oficial durante el jueves pasado, dónde salvo peyorativamente, nada se dijo sobre el cacerolazo.

Igualmente natural será decir que se había alguien interesado en que aquello fuese importante era el Grupo Clarín a través de TN y Canal 13. Ahora bien, esa ansiedad no invalida que el canal oficial no puede obviar casi por completo todo lo que está pasando. Porque además no eran 4 o 5, 20, ni 50. Ya hubo replicas. Hubo convocatorias también de redes sociales, y han sido una expresión de protesta de sectores con mucho descontento, que lo volcaban de esa manera, pero que no tenían volumen, magnitud y dimensión como para marcar un replanteo profundo como el último cacerolazo amerita para el conjunto de la dirigencia argentina. Lo que sucedió en distintos puntos del país y en particular en la ciudad de Buenos Aires, fue muy importante.

Las razones, independiente de la motivación de varios, son múltiples y claras. Están presente en los debates cotidianos. La economía que finalmente se estancó, aunque ahora parece estar dando síntomas de cierta reactivación; el nivel de creación de puestos de trabajo que se frenó; el problema de la inflación no resuelta, que te carcome los ingresos; sumado al problema de inseguridad real y la falta de política integral de parte del gobierno, fueron elementos constitutivo de las protestas. También los pedidos por libertades restringidas, la creciente tendencia al autoritarismo evidenciada en los últimos meses por la presidenta y sus soberbias alocuciones apartadas de la agenda de buena parte de la población, sumaron gente a la movilización.

Ciertamente esta paranoia en la que hemos entrado todos en cuanto al dólar profundizó el reclamo, pero sólo de algunos. No todos fueron motivados por el cepo al billete extranjero.
Sin embargo, ¿cual es el problema en que yo determine en que moneda quiero ahorrar o finalmente cuánto quiero gastar cuando me voy al exterior de la plata que tengo?

Hay un mal humor creciente en algunos sectores por todas estas cuestiones. Tras los episodios del jueves, más que una absurda contramarcha, el gobierno debería abrirse a las opiniones diferentes para obtener ideas superadoras.

Los rusos decían que para avanzar hay que dar un paso hacia tras para dar dos hacia adelante. Tal vez sea el momento de hacerlo. De lo contrario nos acostumbraremos al divorcio entre la agenda oficial pública.

Escuché mucha gente menospreciar a los que se expresaron. Ojalá el poder tome nota de los pedidos y resuelva en consecuencia ampliar su masa de adherentes; no restringirla a los genuflexos y aplaudidores de turno.

Reflexion:

Primero que todo el gobierno puede minimizar y efectivamente acotar, el  margen a las especulaciones en torno a la marcha, si fue mucha gente o fue poca gente.  el gobierno va a decir que ‘no fue multitudinaria, no la esperábamos’. Lo que no puede hacer es denotar al que se expresa y mucho menos insultarlo. Y yo lo que vi fue más insulto que otra cosa. Yo creo que allí es donde el gobierno tiene mayor responsabilidad que aquellos que no son parte del gobierno. Porque tiene mas poder, naturalmente que aquellos que de  a pie y con una cacerola protestaron independiente de los motivos que lo hayan movilizado, que habrá de todo. Y es convocar a todos, porque la presidenta gobierna para todos, no para una parte, para una facción, o solo un sector que puede ser mayoritario o minoritario, no importa, pero los engloba en síntesis a todos.   Cuando dejan de ser 20, 50 y son varios y se expresan en distintos puntos, y lo hacen de la manera en que lo hicieron, a mí me hubiese gustado otra reflexión por parte del poder, de la que he escuchado hasta aquí. Horacio Gonzáles dijo ‘aquel jueves, nos invita a reflexionar lo que sucedió’, yo dije ‘enhorabuena’. Simultáneamente aparecieron algunos diciendo lo que todos escuchamos en los días subsiguientes. Entonces dije, ¿cual es la respuesta?, ojala que el gobierno vaya más hacia el pensamiento de  Horacio González y menos hacia el de Abal Medina. Tengo la impresión sin embargo el más cabal y fiel pensamiento del gobierno no está en aquel que apoya, sino en aquel que es la expresión máxima del gabinete.

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