GENERAL RODRIGO SOLOAGA

Nota: Profesor Humberto Guglielmin –

Este militar retirado es un ex combatiente de Malvinas y uno de los oficiales que participaron en la recuperación del Regimiento de la Tablada ocupado por un grupo de guerrilleros durante el gobierno democrático de R. Alfonsín. Actualmente, ya retirado, se desempeñaba como presidente de la Comisión del Arma de Caballería.
El día 25 de abril, día del Arma de Caballería de cuya comisión es presidente, este general retirado pronunció un discurso en el Campo Argentino de Polo, en el que en uno de sus pasajes dijo: “Quiero recordar a todos los camaradas de Caballería que se encuentran privados de su libertad como consecuencia de haber cumplido funciones durante una difícil época de nuestro país… queda hacerles llegar nuestro permanente apoyo espiritual y el deseo de que prontamente puedan encontrarse junto a sus familias y demás seres queridos, que estoicamente acompañan esta situación y han logrado, no sin sufrimiento, la necesaria resignación.”

En el año 2004, el general Soloaga siendo jefe de Personal de Ejército pidió su retiro al enterarse que Néstor Kirchner había tomado la decisión de bajar los cuadros de los generales Jorge Rafael Videla y Reynaldo B. Bignone, expuestos en una galería del Colegio Militar de la Nación. Ese acto resultó particularmente humillante para el Ejército Argentino porque, ante todo el gabinete allí presente, le ordenó a su jefe, el general Roberto Bendini, que fuera él en persona el encargado de remover esos dos cuadros. A raíz de esta humillación varios altos oficiales también pidieron su retiro.

Para Néstor Kirchner, acostumbrado a las simplificaciones elementales propias de un adolescente, los sucesos de los ‘70 fueron de malos contra buenos y de asesinos profesionales contra inocentes y jóvenes idealistas, que solo conocían las armas de juguete y los chasqui bum.
Inmediatamente después de su alocución, el general R. Soloaga fue removido de la presidencia de la comisión del Arma de Caballería por el Ministro de Defensa Jorge Taiana, que consideró que lo que dijo era una apología de la dictadura y por lo tanto: “No toleraremos bajo ninguna circunstancia este tipo de manifestaciones… y les cabrá la sanción disciplinaria correspondiente a quienes tengan estos pronunciamientos”.

El 4 de Julio de 1975, bajo el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón, en un baño del bar “El Ibérico” estalló una bomba muy poderosa que mató a dos personas e hirió a otras diez. El cuerpo del mozo, un estudiante uruguayo, fue expulsado del bar por la potencia de la onda expansiva de la bomba. La mujer quedó prácticamente decapitada y el bar destruido. Los heridos fueron llevados al Hospital Alemán. El objetivo de la bomba era matar a un oficial naval que solía frecuentar ese bar, siempre a la misma hora. Por razones desconocidas ese día no fue y por eso su asiento fue ocupado por la joven señorita asesinada. El joven idealista que puso esa bomba fue Jorge Taiana, el actual Ministro de Defensa de la Nación, el que acaba de sancionar al general Soloaga por recordar a camaradas presos. Cinco días después de la explosión fue detenido y condenado; pasó siete años en la prisión de Rawson y liberado en 1983 porque la jueza entendió que sus niños pequeños lo reclamaban… Para los familiares de los muertos y heridos por su bombazo no hubo piedad alguna.
Por sus méritos montoneros Taiana fue recompensado por los Kirchner con las más encumbradas responsabilidades, porque los Kirchner creen que los que tuvieron pasado guerrillero, tienen aptitud especial para destacarse en todos los cargos, y por eso es que ellos ocupan los más encumbrados puestos de gobierno.

El resultado no puede ser más desolador; hace 20 años que gobiernan y surge la pregunta de si la Argentina en ruinas que están dejando es la Argentina que soñaban esos jóvenes idealistas, y la razón por la que para imponerla, salieron a matar y poner bombas… Dado que están en el gobierno, ¿por qué no hicieron algo mejor que este desastre? ¿No pudieron o no quisieron? ¿No les da vergüenza?
Con la bomba y los muertos y heridos en su pasado ¿Qué autoridad moral tiene Taiana para sancionar a un militar por recordar a sus camaradas, presos por cumplir las órdenes dadas por el presidente Perón de “exterminar” la subversión?

Suena a burla, una más.

Nota: Profesor Humberto Guglielmin
guglielmin.humberto@live.com

Fotos: El Destape – Perfil – Rio Negro

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