LA MENTIRA ÚTIL EN LA POLÍTICA

Por el Profesor Humberto Guglielmin –

Una de las definiciones de política entiende que es la capacidad de influir sobre la población en orden a crear una mayoría de adherentes a un determinado plan de gobierno. Es fundamental contar con la mayoría para poder establecer las reglas sobre las que funcionará el gobierno. De ahí la lucha por conseguir esa mayoría. La forma democrática de obtenerla es a través del voto y para ese fin se usan todos los medios.

El proceso eleccionario, que debería ser inobjetable, a veces está manchado con diversas formas de fraude, que pueden ir desde las legales pero deshonestas, hasta las más inmorales, como la alteración de los resultados. Las más comunes son: la saturación agobiante en todos los medios de la imagen sonriente y bonachona del candidato, acompañada de lemas y promesas de un futuro soñado (está probado que esa reiteración termina creando una sensación de proximidad y hasta de simpatía al candidato), pegatinas de afiches en las paredes urbanas y también en alambradas de zonas rurales, entrevistas en la prensa escrita, radio y TV, giras (por única vez) por el interior para mantenerse en la prensa de las grandes ciudades, discursos con cínicas promesas de cambios revolucionarios etc. El dinero para estos gastos es de origen desconocido…
El votante termina siendo una presa disputada por agencias de marketing contratadas por los partidos políticos para manipular a las personas de pensamiento menos autónomo. Goebbels, el ministro de propaganda de Hitler, aconsejaba: “miente, miente, miente que algo quedará; cuanto más grande sea la mentira, más gente la creerá”. No por nazi deja de ser cierto, y por eso los políticos lo tienen bien en cuenta.

LOS VOTANTES
Una prueba del desprecio de los políticos hacia pueblo llano consiste en tratar de hacerle creer cualquier cosa que sea útil a sus objetivos políticos, por más falsa que fuera. Saben a la perfección que un porcentaje apreciable de la población cree incondicionalmente lo que les dice la autoridad, porque no imaginan que pueda llegar a mentirles. Saben además que, en general, la gente simpatiza con las víctimas de la injusticia y que ese es un dato precioso para saber usar la victimización con fines electorales. Siempre es la oposición la responsable de los males del presente.
Saben también que existen muchas personas, cada vez más, con tan pobre instrucción escolar que los predispone a aceptar como verdaderas cosas que no confirman los hechos; no ven la realidad en toda su crudeza; se dejan guiar por la propaganda sin analizarla.
A esas personas se les puede decir que Argentina está mal porque rusos y ucranianos se pusieron de acuerdo en hacerse la guerra, para poner en dificultades a Argentina y al resto del mundo no; que los de la oposición son una caterva de dinosaurios; que los corruptos no son los políticos sino los jueces; que todos los productores rurales son millonarios ociosos; que en el exterior se admiran por el alto nivel moral e intelectual de nuestros dirigentes; que aplicar políticas de 70 años atrás es ser un revolucionario moderno etc. Si el Presidente les dice que crecemos al ritmo de China y que el problema que hay que solucionar es el de las horas que los argentinos tenemos que pasar en la fila para poder acceder a los restaurantes, pues lo creen, así vivan en la miseria y la desocupación. ¡¡¡Y lo votarán!!!

Otros votantes fáciles de engañar son aquellos a los que se los presiona para que voten solo lo que votaron sus padres y abuelos, porque hacerlo de otro modo sería traicionar su memoria… como se hace en el fútbol: si el abuelo fue de Boca, todos sus descendientes también deberán serlo. Inducen a hacer prevalecer el factor emocional por sobre el voto racional y personal. Esta clase de votantes tiene una adhesión tan incondicional que no vacilará si su partido en algún momento defendió la lucha armada para imponer el comunismo, en otro abiertamente liberal y capitalista, y ahora dirigido por corruptos e ignorantes. No les afecta la falta de identidad ideológica.
A su partido le toleran todo, no ven las fallas que otros sí les ven y están predispuestos a hacer la vista gorda sobre hechos absolutamente condenables. En diversa medida esto se da con todas las adhesiones incondicionales, del partido que fuere. Lo malo siempre debería ser duramente condenado, especialmente en aquellos que tienen responsabilidades de gobierno, así sean del partido de sus preferencias. Sin excepciones.

En estos grupos de votantes está el grueso de las personas que, según Maquiavelo, el político debe mantener siempre engañadas con mentiras para acceder o mantenerse en el poder. Le serán de suma utilidad.

Esta realidad hace absolutamente necesario cumplir con el ineludible mandato de “educar al soberano” para tener futuro como país civilizado. ¿Los políticos necesitan de la brutal decadencia de la educación pública argentina para mantenerse en el poder?

LOS IDIOTAS ÚTILES
Son muy pocos los políticos argentinos que ingresan a esa actividad por idealismo, para servir a la patria y a sus habitantes más allá de cualquier interés económico o deseo de figuración personal. El propósito más común es el de ingresar a la política para satisfacer su vanidad y sus apetencias económicas, así para ello tenga que convertirse en “idiota útil”. Esta expresión, atribuida a Lenin, se usa para referirse a aquellas personas que, por voluntad, por ignorancia o por el dinero que cobran, colaboran con el sistema injusto, sin advertir que serán cínicamente manipuladas y que cuando dejen de ser útiles al amo/a, serán descartadas sin piedad.
Muchos de estos idiotas útiles, cuando estaban en el llano eran temibles críticos de la realidad, actitud que les facilitó la llegada a cargos de gobierno, pero una vez allí, el aroma embriagador del poder y los privilegios que les permite el amo/a, les hicieron perder rápidamente su capacidad crítica y comenzaron a descubrir que las cosas, en realidad no están tan mal y que las quejas de los periodistas y de la gente son infundadas. Procurarán hacerle saber al amo/a este cambio de actitud para que los tengan en cuenta. Esta “flexibilidad” les resulta muy útil.

LOS POLÍTICOS
Una vez instalados en el poder, lo primero que intentarán es encontrar la forma de permanecer allí, o de volver allí. En Argentina no vuelven más al llano sino por poco tiempo. El poder los transforma; quedan afectados por el mal de alturas y se creen importantes y hasta imprescindibles Aunque son pocas, es necesario reconocer que existen excepciones.
Esta relación con el poder, en algunos casos enfermiza, puede terminar en un trastorno mental real y grave, que terminará afectando en forma negativa a la población y a los que lo rodean. En los casos más extremos sospecharán de cualquiera de su entorno que no lo adule. Se ven como providenciales para el país y por eso no quieren rivales y mucho menos preparar a alguien para que les sucedan. Necesitan rodearse de incondicionales idiotas útiles que obedezcan incondicionalmente cualquiera de sus decisiones sin chistar. Este tipo de políticos olvida que los cementerios están llenos de gente que se creyó imprescindible. Y, estando ya ellos ausentes, el mundo siguió mejorando.
Este tipo de gobernantes necesita del permanente culto a la personalidad y de un formidable equipo propagandístico que justifique por todos los medios ese culto. Terminan creyéndose por encima de la ley y por eso se indignan si la justicia se atreve a analizar alguno de sus actos. Ellos son la ley. Si los jueces no se les someten, tratarán de extorsionarlos revelando detalles cuestionables de su vida o los amenazarán con juicio político o el desplazamiento.
Su equipo propagandístico, no titubeará en recurrir sistemáticamente a la mentira útil todas las veces que sea necesario para exaltar al amo/a, y mantener el horizonte despejado de posibles rivales. El objetivo es invisibilizar los defectos que pudiera tener el amo/a, exaltar sus cualidades reales o imaginarias y anular el accionar de la oposición. Así hicieron todos los dictadores.

En nuestro país hay dos ejemplos descarados de mentira útil al amo/a, que el Gobierno quiso imponer… Uno es del pasado reciente y el otro está en pleno desarrollo.

EL CASO SANTIAGO MALDONADO
Corría el año 2017. S. Maldonado era un artesano nómade, que había dejado la provincia de Bs.As. para establecerse en El Bolsón, provincia de Río Negro. En agosto de ese año se trasladó a Cushamen, Chubut, para apoyar a los mapuches que estaban reclamando como propias tierras que Luciano Benetton había comprado en forma completamente legal.
Según su hermano Sergio, no era militante de ninguna causa. Fue a ese piquete simplemente porque quiso mostrar solidaridad con esa causa y pedir la liberación del jefe de la RAM Jones Huala, que era reclamado por la justicia chilena
Hicieron el piquete poniendo piedras y ramas para cortar la ruta y fogatas para combatir el frío. Todos estaban encapuchados, cosa que dificultó las investigaciones de lo que sucedió luego que la Gendarmería despejara la ruta por órdenes de P. Bullrich. Era claro que con el diálogo no se conseguiría nada y por eso se recurrió a la fuerza. Los piqueteros terminaron dispersándose cada uno por su lado. Luego de esta dispersión no se supo más nada de Maldonado.
Como se acercaban las elecciones de medio término, Cristina buscaba algo que le diera alguna ventaja electoral y, sin dudar, acusó a Macri y P. Bullrich de ser los responsables de la desaparición, y les exigió que: “Santiago debe aparecer. Y debe aparecer con vida” (6-VII-17). Y como si este pedido fuera una orden, todos los grupos K y las organizaciones sociales, organizaron una violenta marcha al Congreso para pedir su aparición con vida; en esa marcha tiraron bombas molotov (incendiarias) a los policías, y apedrearon a la prensa.

El gobierno respondió que todos los sistemas de búsqueda estaban activados, pero como no había resultados, los grupos de DDHH y los militantes K empapelaron todas las paredes del país, desde Jujuy a Ushuaia, con consignas exigiendo a Macri la aparición con vida de S. Maldonado. Los K recurrieron irresponsablemente nada menos que al “Comité contra la Desaparición Forzada”, dependiente de Naciones Unidas, para que le exija a Macri que active la búsqueda.
Se relacionó la desaparición de S.M. con la de los 3O.OOO desaparecidos bajo el régimen militar. Habría sido uno más de ellos. También hecho por militares. Se ofreció 114.OOO dólares a quien diera la información para hallarlo.
Florencia Kirchner fue guionista de la película “El camino de Santiago”, que recibió previsibles premios en el Festival de cine de La Habana, Cuba. El premio lo recibió Tristán Bauer, acompañado por León Giecco y Gastón Pauls.
El juez de la causa, con recursos adecuados, hizo serias pero infructuosas investigaciones. Los mapuches se unieron al reclamo pero, al mismo tiempo impedían que los investigadores entraran a sus tierras y daban versiones falsas para confundir y hacer todo más sospechoso.
Finalmente, después de 78 días, el 17-X-17, en un meandro del río Chubut, enredado en las ramas de sauce que caían sobre el agua, hallaron el cuerpo de Santiago. Estaba a poca distancia del lugar donde se lo había visto por última vez. Fue reconocido de inmediato por sus tatuajes y más tarde por pruebas de ADN.
Su aparición dio origen a nuevas versiones: Gendarmería lo secuestró, torturó, mató y depositó en el lugar donde fue hallado; la camioneta en la que Gendarmería se lo llevó, fue prolijamente lavada para borrar pruebas…
Sin embargo los 55 peritos, entre ellos los de la familia de S.M., concluyeron que su muerte fue por: “ahogamiento (no sabía nadar) por sumersión en las aguas del río Chubut, coadyuvado por la hipotermia” y que “el cuerpo permaneció siempre bajo el agua”… ”siempre en el mismo lugar donde fue hallado”. Este informe contundente, hizo que desaparecieran las masivas manifestaciones y que muchos protestaran porque se sintieron usados en su buena fe.
Las desapariciones en Argentina son un hecho diario y solo unas pocas salen en los diarios. El caso de S.M. fue elegido por Cristina porque intuyó que podía serle útil políticamente. En cambio no le resulta de interés saber qué sucedió en Río Gallegos el 22-V-21 con Patricia Marcela López, madre de 4 hijos, desaparecida sin dejar rastros. Había estado en pareja con José Luis Balado, cuyo sobrino Mario Balado, era el secretario de Máximo Kirchner y uno de los administradores de la fortuna de los K. Buscando pistas de su madre, el abogado de la familia de la desaparecida, su hija Rocío y un adiestrador de canes, abrieron una puerta de la casa que había en terrenos de José L. Balado, su ex, y allí encontraron gran cantidad de cajas con el sello del Banco Nación, que estaban repletas de fajos termosellados de billetes de 100 dólares. José Luis, que los acompañaba, al ver esas cajas se desmayó. Se habló de que había 75 millones de dólares.

El abogado Trivotich y Rocío denunciaron de inmediato el descubrimiento realizado a la jueza Valeria López Lestón y pidiendo el allanamiento de esa vivienda. La jueza no lo hizo, pero una guardia puesta por la familia para vigilar que no hubiera cosas raras, documentó que esa noche, 3 personas en camioneta se llevaron las cajas. La jueza, que es tía de Máximo K., sin prueba alguna, afirmó que Patricia Marcela López seguramente se suicidó, como Nisman. Sin embargo sus familiares y su abogado piden pruebas del eventual suicidio y afirman que desapareció por haber visto algo que no debió haber visto y que la jueza no quiso investigar. A Cristina, la aclaración de esta desaparición no le sería políticamente útil y por eso la ignoró.
Cristina no mostró sensibilidad alguna cuando en Once, el 22-II-2012, hubo 52 muertos y 789 heridos por un gravísimo accidente ferroviario. No se la vio por allí. Tiempo después, en un acto en Villa Luro, diría jocosa: “Miren que hay que hacer rápido porque si no, viene la próxima formación y nos lleva puestos”… En actos posteriores a la tragedia de Once se la vio con un retrato de Santiago Maldonado en las manos… No todas las vidas le resultan igualmente importantes. Por algunas habrá que hacer hasta un papelón internacional y por otras, un cerrado y sospechoso silencio.

¿CRISTINA PROSCRITA?
Los fiscales D. Luciani y S. Mola pidieron 12 años de prisión y proscripción de por vida a Cristina Fernández de Kirchner por administración fraudulenta en perjuicio del Estado en la Causa Vialidad. El tribunal sin embargo la condenó a 6 años de prisión e inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos por el delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública.
La pena impuesta por los jueces -nombrados por Cristina- es apenas la mitad de lo solicitado por los fiscales. Ambas partes sin embargo apelarán, unos por considerarla excesiva y los otros por considerarla demasiado leve.

La reacción de Cristina como era esperable fue histérica, y con rostro desencajado anunció que no le daría el gusto a los jueces de verla proscrita gritando: “¡No voy a ser candidata a nada!”. Son muchos los que descreen de esta promesa y piensan que si llegara a cumplirla, sería porque tiene información confidencial de que va a ser humillada en las urnas. Si tuviera la información contraria, seguro que encontraría una excusa para desistir de su promesa alegando que no puede negarse a aceptar la voluntad del pueblo expresada en el “operativo clamor.”
Cristina necesita el poder porque se considera la depositaria de la voluntad del pueblo o sea, la de ella; porque necesita hacer desaparecer las huellas del reguero de hechos delictivos cometidos por los K, todos ellos debidamente documentados y probados y porque, en su arrogancia, no acepta que la Justicia se haya animado a investigarla y condenarla
Solo podría vengarse de la Justicia y la Corte Suprema estando en el poder para destruirlas, manipulando a sus incondicionales. Pero, por otro lado teme una derrota electoral. Nos resulta humillante admitirlo pero el Gobierno y el País giran en torno a sus problemas con la Justicia. Mientras tanto, “Argentina se desangra por una mujer desequilibrada que ha robado a mano llena” (Sor Lucía Caram, monja e influencer argentina residente en España).
Curiosamente, sus partidarios “no niegan que ella haya robado”, pero afirman que la sentencia condenatoria la dictó Clarín y Magneto. Para la Justicia solo los hechos incluidos en el Código Penal son judiciables, y los robos que hizo al Estado son los que merecieron la condena. También alega que la Justicia a través de esa sentencia la ha proscrito políticamente, cosa que es manifiestamente falsa pues la sentencia no está firme y hay que esperar apelaciones por años, hasta la sentencia final de la Corte Suprema.

Se han empapelado los muros de muchas ciudades, con afiches condenando la “proscripción” de Cristina, cosa que niegan todos los juristas y aún partidarios suyos como Aníbal Fernández, Hugo Yasky, Estela de Carlotto y otros. Sin embargo, contra toda evidencia se machaca insistentemente que Cristina está proscrita, porque esta mentira les resulta electoralmente útil.

Nota: Profesor Humberto Guglielmin
guglielmin.humberto@live.com

Fotos: Perfil – Caras y Caretas – American News – Pagina 12

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