CREANDO ÍDOLOS

Por Prof. Humberto Guglielmin –

Según la Real Academia Española es ídolo la imagen o figura de un ser sobrenatural al que se rinde culto como si fuera la deidad misma; también se llama ídolo a la persona por la que se siente un amor descontrolado y poco racional, pero la tercera acepción, que es la más común, es la de dios falso. La idolatría se da en todos los campos pero especialmente en el de las religiones, en el deportivo y en el político. En estos tres últimos casos se valora de manera completamente desproporcionada los méritos del ídolo y se les da una trascendencia que, generalmente, el tiempo sabe reducir a sus justos límites.

Dados los actuales medios de comunicación no es demasiado difícil crear un ídolo; es cuestión de repetir obsesivamente consignas, exageraciones e incluso falsedades orientadas a ensalzar a quien se quiere convertir en ídolo. Naturalmente nunca se dirá nada sobre los aspectos negativos que hubiera tenido, por graves que hayan sido. De esta manera se ha convertido en ídolos populares a ladrones de los dineros del pueblo, a asesinos y también a personas intrascendentes. Pasa como con la mentira: de tanto repetirla se termina transformando en una verdad o semi verdad. De esto sabía mucho Goebbels y sus discípulos. Este proceso es particularmente eficaz en las personas que tienen escasa capacidad crítica, que en nuestro país son demasiado numerosas.

 

El último intento de creación de un ídolo comenzó en Argentina luego del fallecimiento de Hebe de Bonafini. Aluviones de adjetivaciones desmesuradas y sospechosamente similares por parte de los diputados oficialistas, que no se permitieron observación alguna por ninguna de sus conductas reprobables, y empapelaron el recinto con gigantografías de Hebe, como si el Parlamento no fuera muy diferente a cualquier pared empapelada de nuestras calles.

Ninguna persona honesta puede negar los méritos que tuvieron ella y las demás mujeres que la acompañaron en no dar por concluida la búsqueda de sus hijos desaparecidos. El dolor por la pérdida de familiares las transformaron de sencillas amas de casa en actores muy molestos para la dictadura. Se negaban a aceptar como única respuesta que quienes estaban dispuestos a matar también debían estar dispuestos a morir, y que por eso murieron en su ley. Ellas exigían con fuerza la aparición con vida de sus hijos o la explicación comprobable de su suerte. Estos objetivos eran compartidos por todas las mujeres que perdieron a sus hijos, no solo por Hebe. Ella fue la más estridente y por eso se ensombrece al resto, lo que no es justo.

También hay que señalar que, si bien en ese tiempo el derecho a la vida de los militantes de las agrupaciones paramilitares fue gravemente conculcado, las protestas y rondas de las madres podían ser hechas porque las amparaban algunas de las instituciones liberales que ellas querían suprimir, y que la dictadura respetó: el derecho a circular, a peticionar, a denunciar los abusos del Estado, a manifestarse etc. De no haberlas respetado, la suerte de esas madres habría sido otra.

Mientras algunas madres de desaparecidos elaboraron su angustia desde el dolor silencioso, la denuncia y los recursos judiciales contemplados por las leyes, Hebe fue mucho más errática. Inicialmente eligió una vía de protesta silenciosa pero molesta y visible para el poder; pero a medida que se sucedían los gobiernos democráticos, eligió transformar sus rondas en formas virulentas de expresión política. Esta decisión provocó que muchas madres poco a poco, fueran abandonando esas reuniones porque no soportaban su politización y su conducción personalista, autoritaria e intolerante. Siguieron junto a ella un grupito de incondicionales que le aceptaban cualquier desvarío. Su deriva ideológica la llevó desde el más crudo anarquismo al más incondicional trotskismo kirchnerista. Sin estaciones intermedias.

Luego de su muerte, la Cámara de Diputados decidió que era merecedora de un homenaje reservado a argentinos ilustres. Durante su trascurso se sucedieron inflamadas loas a la difunta y a Cristina mezcladas, naturalmente, con críticas a Macri y a la Justicia. Esto fue así hasta que un diputado, en su intervención, comenzó a exponer las cosas que sus colegas intencionadamente querían omitir.

Sin hacer caso a los masivos abucheos que le dedicaron ese diputado afirmó: “¿Vamos a honrar la corrupción? ¿Vamos a homenajear a una persona que ha sido deshonrosa para la Nación…? Esta mujer dijo, refiriéndose al Papa Juan Pablo II, que con su intervención evitó la guerra entre Argentina y Chile: “Nosotras deseamos que se queme vivo en el infierno. Es un cerdo. Aunque un sacerdote me dijo que el cerdo se come, y este Papa es incomible”… Pidió que se prueben las pistolas Taser en la hija del ex presidente Mauricio Macri. Respecto a la caída de las torres gemelas dijo: “Por primera vez le pasaron la boleta a Estados Unidos. Yo estaba con mi hija en Cuba y me alegré mucho cuando escuché la noticia. No voy a ser hipócrita sobre este tema: no me dolió para nada este atentado. Me puse contenta”…cabe recordar que en este atentado murieron más de 3.000 personas inocentes que estaban trabajando.

Ese diputado recordó el episodio, en el que con la ayuda de su guardia pretoriana, Hebe expulsó de la Plaza de Mayo a la comunidad boliviana al grito de “¡Váyanse de nuestra plaza bolitas hijos de puta!, ¡Váyanse bolivianos de mierda!”…y como el abucheo de los parlamentarios a ese diputado fuera generalizado, el presidente de la Cámara José Luis Gioja, lo interrumpió con una originalísima gansada : “¡ Los homenajes no se discuten, diputado!”. O sea que, según Gioja se puede homenajear a cualquiera, sin tener en cuenta lo que hubiera hecho en su vida… Estas ridiculeces solo se pueden decir en un parlamento donde no se delibera sino que se acatan sin chistar las órdenes que vienen de arriba.

Axel Kicillof, sin aportar fundamento alguno, afirmó que Hebe fue: “una mujer enorme, grandísima e inmortal… (¿?). Claudio Lozano nos informó que: “fue una revolucionaria; se cagó en todos los argumentos de la resignación”…Por su parte Leopoldo Moreau dijo que: “su discurso (el que ese diputado que enumeraba algunas cosas negativas de Hebe) puede reinstalar la violencia política en argentina”…si ventilar los hechos condenables de una persona es peligroso, estamos borrando la diferencia entre el bueno y el malo… “todo es igual, nada es mejor”, como dice el tango Cambalache.

Sobre Hebe sabemos que la coherencia nunca fue su fuerte. Desde Neuquén en el año 2.000 felicitaba a los obreros por la toma de la fábrica de cerámicos Zanón (Los sindicatos le crearon tantos conflictos que tuvo que irse del país y ¡hoy compramos los cerámicos que Zanón produce en Brasil!) y propiciaba las empresas sin patrones. “Cuando toman las fábricas o las tierras…es porque estamos en el buen camino”, “Los patrones son los que se llevan todo, se chupan todo”, “esta maravilla de tener más de 200 fábricas tomadas en el país…siento que la lucha de nuestros hijos está cada vez más viva”, “Revolución es tomar una fábrica, es tomar una tierra…basta de abrir merenderos y comedores, abramos fábricas (¡pero después decía que hay que cerrarlas porque los patrones…!) abramos lugares de trabajo… nada es ilegal. ¡Basta de la legalidad de ellos!”. “Los jueces son corruptos y cómplices.” “Hay una cantidad enorme de jueces hijos de mil putas…así que me cago en los jueces”. Hebe ya había hecho esto último, y no en forma figurada, en el altar mayor de la catedral metropolitana en una de las tantas tomas de ese templo. Allí depositó sus heces.

Los centenares de millones de pesos que recibió del gobierno la convencieron para declararse kirchnerista de la primera hora. Con esos millones pudo fundar la Universidad Popular de las Madres de plaza de Mayo (una vergonzosa truchada) y el proyecto “Sueños Compartidos”, cuya dirección Hebe encomendó a los hermanos Schoklender. El objetivo de este proyecto era la construcción de viviendas para los pobres pero que terminó en un fraude gigantesco: millones de pesos evaporados, miles de necesitados burlados por su fracaso y ex directivos millonarios e impunes.
Al igual que en el caso de Milagro Sala y otros, en el manejo de esos cuantiosos fondos hubo una indudable corrupción, que fue conocida y tolerada por el gobierno nacional. Todo el mundo lo sabía, sin embargo las remesas de dinero continuaban llegando sin observación alguna. Obviamente se trataba de dinero con el que los K. les compraban su apoyo político.

Todos recordamos a esos ayudantes de Milagro Sala retirando por ventanilla del Banco incontables paquetes de dinero y acomodándolos apresuradamente dentro de vehículos que, una vez cargados, huían con destino desconocido. No había ningún control estatal sobre el uso de esos cuantiosos dineros; de ahí que ambas tengan gran cantidad de causas por corrupción.
En las historias escritas por algunos panegiristas se hace evidente el propósito de mitificarlas. Se hace aparecer a Hebe como una persona equilibrada, reflexiva y que se expresaba en un buen castellano. Abusan de citas textuales incomprobables que tienen todo el ropaje de lo inverosímil. Se trata de historias noveladas o de novelas con alguna base histórica, cuyo claro objetivo es construir un nuevo ídolo argentino.
Hebe ¿tenía la estatura moral como para ser considerada un modelo democrático para imitar? Sus palabras ayudarán a encontrar la respuesta:

*Poder judicial: “Los jueces de la Corte son unos turros que reciben plata por fallar… si tenemos que tomar el palacio de Tribunales, tomémoslo”.
*Ricardo Lorenzetti (ministro de la Corte Suprema): “No solamente es un facho, es un hijo de mil puta (en singular) porque sigue vetando nuestra posibilidad de decir lo que queremos. No quiere la Ley de Medios”.
*La reina Isabel II del Reino Unido: “Si una vez los echamos con aceite hirviendo, empecemos a calentar el aceite. Esa vieja vive en su castillo, bueno, que se lo meta en el orto” (sic)…
*Medios de comunicación: los periodistas “son una basura”. “No puede ser que Clarín comande todo…el diario lo compran los ricos…los pobres no compramos Clarín, ni sabemos que existe. ¿Qué es Clarín? Nadie sabe. Es apenas un diario de mierda”
*El gobierno de Alberto Fernández: “Se tiene que apoderar de los medios de comunicación y poner gente nuestra, que diga la verdad”.
*Los que votaron a Macri: “Ese 32% del país es una raza muy hija de puta”.
*Los combatientes de Malvinas: “Los que participaron en el conflicto bélico de Malvinas eran todos fachos y no tendría que haber vuelto ninguno”
*Los que ingresan a la Escuela de Policía: “son tarados”.
*Los inmigrantes ilegales: “Hay que dar el documento a todos los compañeros indocumentados”…
*El ex presidente de Colombia: “Uribe es una mierda y un gran hijo de puta”.
*Horacio Verbitsky: “Es un sirviente de Estados Unidos. Recibe un sueldo de la Fundación Ford y además de ser judío, es totalmente pro norteamericano”.
*La C.G.T.: “Caguémonos en los gordos -(un grupo interno)- y hagamos un paro de 3 días. Que no haya nada: ni agua, comida, transporte, nada”.
*Mirtha Legrand: “La señora Legrand puede ir a un geriátrico que es el único lugar que le puede quedar bien, porque ya no la pueden planchar más”.
*Gabriela Michetti: “La cara de orto de la presidenta del Senado…no sabía qué disfrutar más, si el discurso de Cristina o la jeta de esta pelotuda”.
*María E. Vidal: “… es una falsa, una mentirosa, una hipócrita. Va a los lugares en los que la van a aplaudir…Ojala que vaya y no la dejen entrar por hija de puta”.
*Susana Giménez: cuando propuso el retorno del servicio militar obligatorio, Hebe la atendió y dijo: “estas vedettes son más putas que vedettes… se acostaron con todos los represores”.
*El masivo velatorio de Alfonsín: “Era una movilización de clases altas y medias que siempre salen para estas cosas. Desde mi lugar yo hago el más grande repudio para todos los hipócritas que lo fueron a aplaudir”.
*Los Schoklender (designados por ella para dirigir Sueños Compartidos): “son unos estafadores y traidores…se afanaron todo”.
*Graciela Fernández Meijide: “Nunca le importó un pito su hijo… es una retorcida”
*Estela de Carlotto: “Yo creí que era una persona digna, pero ahora creo que es una traidora…ella negoció con quienes mataron a sus hijos”.
*DDHH: “Las Madres no somos más un organismo de DDHH, porque hay muchos vendidos; somos una organización política, ahora sí con partido, nuestro partido es el kirchnerismo, somos de Cristina”.
*En una de sus últimas entrevistas dijo: “No soy nada del otro mundo… Por eso digo que el día que yo muera no me tienen que llorar, tienen que bailar, que cantar, que hacer una fiesta en la plaza, porque hice lo que quise, dije lo que quise y peleé con todo por lo que quise”…Una vez fallecida, su ayudante Iramain pidió que se cumpla el deseo de Hebe de Bonafini de hacer una pueblada contra la Justicia para defender a Cristina, y terminó su discurso diciendo “no estamos tristes sino rabiosas”…

Si Borges o el Dr. René Favaloro se hubieran mostrado vanidosos por sus logros y hubieran caído en la arrogancia, nos hubiera disgustado pero al menos ellos nos dejaban una herencia que enorgullece al país. Pero Hebe, ¿qué nos dejó de valioso y permanente como para merecer homenajes del parlamento? Sí sufrió la pérdida de sus hijos y fue valiente en una época muy difícil, no fue muy diferente a los casos de otras miles de mujeres que pasaron por lo mismo y se limitaron a buscar la verdad en forma discreta y firme a través de las herramientas que la ley permite; lo hicieron dignamente, sin estridencias escandalosas y sin abandonar la causa de los DDHH. Hebe, en cambio, prefirió embanderarse políticamente a cambio de dinero y convertirse en la vocera privilegiada del Kirchnerismo.

¿Quién era ella como para insultar y descalificar groseramente a todo el mundo y atribuirse la infalibilidad en absolutamente todos los asuntos? ¿Qué herencia valiosa ha dejado para las futuras generaciones de argentinos? Sin dudas, con estos homenajes, el gobierno pretende convertirla en un ídolo político kirchnerista; en otro más de nuestros ridículos dioses nacionales y populares.

Nota: Profesor Humberto Guglielmin – guglielmin.humberto@live.com

Fotos: Diputados Bonaerenses – Infobae – Perfil – MDZ – RT Marti – Diario de Cuyo

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