Autor de la Nota: Profesor Humberto Guglielmin
Pocos días atrás se publicaron las instrucciones para apuntarse a los viajes gratuitos de fin de curso a los egresados Bonaerenses. Los estudiantes tanto de escuelas públicas como privadas que terminan su secundario, por decisión del gobierno de Kicillof podrán disfrutar de 4 días con 3 noches, en hoteles de 3 estrellas o más, buen colectivo, 4 comidas diarias incluidas las bebidas, 2 excursiones diarias, una actividad nocturna bailable o recreativa, seguro médico y de asistencia al viajero.
No pagarán nada por diverso que sea el destino que el alumno elija, sea el Río de la Plata, las sierras, lagunas o playas bonaerenses. En las mismas condiciones estará el adulto que acompañe a cada grupo de 20 alumnos. Estos viajes festivos y gratuitos se desarrollarán durante los meses de Setiembre y Octubre.
El Ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica Augusto Costa, mano derecha de Kicillof, justifica el monumental y desconocido costo que provocará este proyecto afirmando que “Le estamos dando la oportunidad a miles de pibas y pibes que por cuestiones económicas no lo pueden realizar, de llevar adelante su viaje de fin de curso y en muchas ocasiones de conocer por primera vez distintas localidades de la provincia”.
Esta afirmación es falsa. No busca gratificar a los pobres porque si bien muchos de ellos serán beneficiados, la mayoría de ellos está excluida porque no termina el primario y son pocos los que terminan el secundario. Al no ser excluyente, también se inscriben los jóvenes que podrían pagárselo, por lo tanto el objetivo no son los pobres. El verdadero objetivo es electoralista y demagógico: votan el año próximo.
Dice que “le estamos dando la oportunidad…de conocer por primera vez distintas localidades de la provincia”. En la situación actual que viven los argentinos esta no es realmente una necesidad para atender. Hay muchas cosas más necesarias.
En otro momento el ministro amplió su pensamiento diciendo que “Es una política redonda: garantiza derechos, genera trabajo e ingresos y permite extender la temporada y, al mismo tiempo, contribuir y promover la revinculación social y afectiva de las juventudes en la salida de la pandemia, garantizándoles el derecho a viajar por la provincia de Buenos Aires”.
En primer lugar, sorprende la cantidad de ventajas que producirían estos 4 días de fiestas estudiantiles. Si así fuera, seguro que este proyecto sería copiado en el resto del mundo. Pero lo que dice no es cierto. Veamos punto por punto:
- Este plan de viajes “Garantiza derechos”…hay derechos más importantes que el supuesto derecho a los viajes de fin de curso, por ej. el de ir a la escuela sin temor a ser asaltado, el de tener calefacción, el de tener equipamiento didáctico etc.
- Esta modalidad “genera trabajo”…serian preferibles los trabajos buenos y permanentes.
- ”Permiten ingresos”…es obvio que a los choferes y múltiples proveedores habrá que pagarles por sus servicios, la duda está en la fundada sospecha sobre posibles hechos de corrupción en temas como costos reales, cantidades, emergencias sanitarias e imprevistos etc. pero, dada la volatilidad del peso no hay forma de establecer ningún costo y pueden aparecer sorpresas contables.
- ”Permite extender la temporada”…no solo los hoteleros fueron víctimas de la parálisis que motivó la pandemia, y estos otros también reclaman alguna compensación.
- Permite “promover la revinculación social y afectiva de las juventudes”…cuatro días de recreo no solucionan el daño causado por más de un año de encierro y enseñanza virtual.
- ”Garantizándoles el derecho a viajar por la provincia de Buenos Aires”… ¡un nuevo derecho! A lo mejor se refería al inexistente derecho a viajar gratis, porque no hay impedimento alguno para hacerlo en forma no gratuita.
Pareciera que al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires lo que más le interesa no es la formación intelectual y moral de los estudiantes sino comprar su adhesión con “Pan y Circo”, esperando que al año siguiente sea retribuido con su agradecido voto. Esto ya lo han hecho con la liberación de presos o dándoles a los internos privilegios que no se conceden en el resto del mundo. La respuesta fue la que esperaban, una indiscutida popularidad del oficialismo en las cárceles.
No se debería tolerar que un partido, aprovechando una mayoría circunstancial disponga de los dineros públicos con fines electoralistas. Estos viajes son una forma más de saqueo al bolsillo de los 17 millones de empobrecidos bonaerenses y una burla a los más necesitados. Realmente no son ni necesarios ni convenientes y dada la situación de la provincia resultan ofensivos a los necesitados, porque existen urgencias que deberían tener prioridad.
Hay bonaerenses que comen y viven de lo que encuentran en los basurales, que beben agua contaminada en las cuencas de Matanzas-Riachuelo, Reconquista, El Gato y muchos lugares más, que en las escuelas no tienen calefacción ni equipamiento didáctico, 
docentes que cobran la mitad de la canasta para no ser pobre, siempre solo fideos y polenta para comedores y merenderos, con una inseguridad que es razón para que muchos emigren, con policías sin equipo adecuado y con miedo a intervenir, hospitales desabastecidos y médicos con sueldo miserable, rutas en ruinas, falta de viviendas, de agua y de cloacas, drogas con libre circulación, los desocupados etc. etc.
Según el gobierno se espera la inscripción de 220.000 estudiantes, cifra que unida a la volátil estabilidad de nuestra moneda hace imposible estimar el costo de este disparate.
Lo seguro es que quienes lo pagarán seremos nosotros. Estamos ante una irresponsabilidad más del Estado en el manejo del dinero ajeno y de esto no pueden culpar a la oposición.
No caben estos viajes cuando el gobierno nacional acaba de afirmar que “se acabó el dinero” y que la situación por la falta de dólares “es desesperante”. Sin embargo Kicillof, Costa y la dirigencia provincial no lo ven así.
Realmente se justifica llorar por Argentina.
Nota: Profesor Humberto Guglielmin
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Fotos: Minuto Uno – diputados – Tiempo Sur – El Economista – Impacto Local – Facebook