NUESTROS DIRIGENTES 3

Marcelo Balcedo:
Es un ingeniero en comunicaciones con una maestría en Estados Unidos, lo que dentro del sindicalismo resulta una completa rareza, pues la gente de estudio evita entrar en el turbio ambiente sindical. Al tener estudios superiores está más preparado que otros para diferenciar el bien del mal y por lo tanto sus excesos y delitos no tienen atenuantes que valgan.
Dirigió el Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME) que incluye a porteros, cocineros y maestranza de los colegios. Este puesto lo heredó de su padre, que fue el anterior Secretario de ese sindicato. Junto con su familia se había incorporado a un emprendimiento periodístico familiar en La Plata editando el diario “Hoy“ y la F.M. 92. Cuando la competencia los puso en dificultades, decidió que el diario fuera de distribución gratuita. Hoy el diario ha bajado sus persianas.

A Marcelo Balcedo la justicia lo indaga por enriquecimiento ilícito, tráfico de armas, malversación de fondos públicos y lavado de dinero originado, muy probablemente, en su relación con la banda narco de Rosario “Los Monos”. El segundo de Balcedo en el SOEME, Mauricio Yebra, figuraba como titular de 15 autos de alta gama secuestrados por la policía a esta banda.
Estas imputaciones saltaron a la notoriedad cuando la justicia Uruguaya, a pedido de la justicia argentina, decidió hacerse presente en la mansión “El Gran Chaparral” y se encontró con que Balcedo tenía una sorprendente cantidad de bienes de lujo, comenzando por esa increíble mansión, cuyos costos de construcción serían difíciles de explicar.

“El Gran Chaparral” es una edificación tipo Californiano, construida sobre una elevación privilegiada a orillas del mar, lo que la convierte en un envidiable mirador; a 8 km de Piriápolis .La propiedad tiene una extensión que supera las 90 hectáreas. Esta amplitud fue lograda gracias a la compra sucesiva de 12 propiedades linderas entre si y a una solvencia económica muy poco frecuente. Solo al arquitecto responsable de la construcción y parquización del lugar le abonaron 2.900.000,- dólares. El valor de los lotes comprados también fue millonario en dólares, cuyo origen solo conoce Balcedo. Los ingresos mensuales del sindicato apenas supera los 20 millones de pesos pues sus afiliados rondan las 30.000 personas.
Sin embargo, los sindicalistas tienen otra forma de hacerse con dinero; mediante testaferros (médicos, bioquímicos, empresarios etc.) que enmascaran al verdadero dueño, ofrecen servicios al gremio y a sus obras sociales, tales como Sanatorios, laboratorios, A.R.T., Hoteles, Campos de Deportes etc. Estos “servicios” no se hacen sin la colaboración de los políticos, que serán los encargados del armado legal de estas sociedades y de las autorizaciones necesarias. Estos “servicios” mueven muchísimo dinero y por eso sus manejos contables son herméticos y por lo general resultan fuertemente deficitarios, no así las finanzas de quien los maneja.

Otro recurso es la afiliación compulsiva de todos sus trabajadores.
La Justicia Uruguaya decidió que Marcelo Balcedo no será extraditado a la Argentina mientras no haya finalizado de rendir cuentas ante ella. Mientras tanto, desde su prisión en Montevideo, Balcedo no se priva de dar directivas al sector del SOEME que le es incondicional ni de descalificar y amenazar a la Justicia Argentina.
Tras su arresto en Uruguay, en sus cajas fuertes, ubicadas en lugares distintos como Montevideo y Punta del Este, la policía encontró más de 500.000,- dólares; poco antes le habían incautado 6.000.000,- de dólares que, se sospecha, podrían explicarse por su relación con la banda narco “los Monos,” por el lavado de dinero de origen desconocido, por el robo de los ingresos sindicales o por todas estas y otras razones.
En ese mismo allanamiento se hallaron varias armas de guerra y muchas municiones, pero en la propiedad de quien fuera su mano derecha, Mauricio Yebra, se encontraron 137 armas de fuego con sus municiones, que estaban en una habitación secreta desde la cual, gracias a un monitor, podía controlarse lo que sucedía en el exterior.

El asombro superó todo límite cuando le encontraron 14 increíbles vehículos de alta gama valuados en más de 2.000.000,- de dólares; 13 de esos vehículos no estaban ni a nombre de Balcedo ni de su esposa; el restante sí estaba a nombre de Paola Fiege.
También se encontraron joyas de todo tipo, animales exóticos como guacamayos, alpacas, llamas, carpinchos, ñandúes…un zoológico personal.
En los últimos 10 años Balcedo entró y salió de Uruguay en 382 ocasiones y esa enorme cantidad de viajes no llamó la atención de ninguno de los competentísimos servicios de informaciones con que cuenta la nación.

¿Esto sucedió debido a su habitual torpeza o había connivencia con el impenitente viajero? Esos viajes bien pudieron haber sido usados para entrar o sacar dinero u otras cosas de manera ilegal. ¿Por qué un pesado sindicalista, de un sindicato argentino, convierte a Uruguay en su domicilio casi permanente sin que a nadie le despierte sospechas?
En el 2007 se libró una orden de captura en su contra por presunta extorsión a legisladores, a los que exigía que presionen en el Parlamento para obtener algún beneficio para el sindicato o sus empresas periodísticas. Las pruebas presentadas eran tan fundadas que lo llevaron a darse a la fuga, situación que duró hasta que sus abogados lograron que la justicia anulara esa orden en un polémico fallo. También muchos empresarios de La Plata habían presentado pruebas de haber sido víctimas de sus pedidos extorsivos.
Los amenazaba con usar el diario familiar “Hoy” para revelar hechos turbios que pudieran afectarlos ante la sociedad, si no accedían a sus pedidos. De esta manera se convirtió en una persona muy temida por su falta de escrúpulos para conseguir lo que quería.

En el 2015 la U.I.F. lo investigó por haber retirado de la cuenta de SOEME, entre el 2012 y el 2013, nada menos que 53.000.000,- de pesos en efectivo, equivalente a 5.300.000,- dólares. No se conocen detalles que expliquen esta operación inexplicable.
El contador del SOEME, Julio Pecollo, recuperó su libertad luego de acordar con la justicia que declararía como “imputado colaborador”, y en su carácter de tal, informó que Marcelo Balcedo tiene en Puerto Madero un departamento de lujo valuado en 3.300.000 dólares, con una superficie de 425 m2.

La madre de Marcelo Balcedo, Myriam Renée Chavez, el 1/2/ 18 publicó una carta encabezada con el título “Yo madre, pido perdón”…”Me cuesta creer lo que dicen de mi hijo. Tengo la esperanza de que todo esta sea una infamia”. Y más adelante “pido perdón por si son ciertas las acusaciones contra mi hijo”.
La respuesta de los obreros del diario fue muy dura : “Esperamos una disculpa sincera por tantos atropellos y abusos laborales… por tantos despidos injustificados, por el despotismo caprichoso… por la constante denigración profesional etc.” El Pata Medina, sin embargo, afirmó que “Balcedo está preso porque se la jugó por sus compañeros”. Es sabido que “entre bueyes no hay cornadas”.

Cuando Marcelo Balcedo amasaba su increíble fortuna ¿se le habrá cruzado por la mente lo que ganan, no los que están en la trenza sindical – todos ricos- sino lo que perciben los verdaderos creadores de riqueza, los que están abajo y que deben aportar de su miserable sueldo, sin tener certezas del verdadero destino de lo que se les descuenta para el sindicato? Y si su dinero hubiera tenido origen en la actividad delictiva de “los Monos” ¿no pensó en que cada dólar que ganaba era una parte robada a la vida de una persona vencida, que ya no podía enfrentar las vicisitudes diarias de su existencia?

En muchos casos el dinero debilita los sentimientos humanitarios del rico, y el mucho dinero puede matarle cualquier sensibilidad hacia los que no lo tienen. Solo les preocupa lo que tienen y la forma de asegurarlo y aumentarlo. Esta es la razón por la que los sindicalistas suelen ser tan indiferentes ante la pobreza ajena, y tan celosos por mantener los privilegios de casta de los que disfrutan. Todos ellos son ricos y jamás renunciarían a tan ventajosa actividad. Se olvidaron por completo de sus orígenes. Son, junto con los políticos, la nueva oligarquía intocable y corrupta, que desde hace más de 50 años arrastra a Argentina hacia la insignificancia y la disolución. Por supuesto, Marcelo Balcedo no es el único ni el peor.

Nunca el sindicalismo fue más fuerte y rico que en la actualidad y, paradojalmente, nunca en la historia los trabajadores tienen ingresos más miserables. Nadie los quiere, pero todos temen sus métodos violentos, que también la justicia teme castigar. ¡Sobran los jueces cobardes! En Argentina no se castiga ni a los violentos ni a los corruptos. Moyano hace lo que quiere…Boudou…C.F.K…

La verdadera razón por la que los sindicalistas suelen usar las privaciones de los empleados para exigir mejoras, no es tanto la sensibilidad social – que han perdido – sino porque es una nueva oportunidad para quedarse con un conveniente ingreso.

Nota: Profesor Humberto Guglielmin – guglielmin.humberto@live.com

Fotos: Mitre, Urgente 24, Tucumán Despierta, El Eco Digital, El País

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