¿CELESTE O VERDE?

Julián Marías es una de las glorias del pensamiento español del s. XX; conferencista demandado y autor de más de 50 libros. Algunas ideas de esta nota pertenecen a su ensayo “Sobre el Cristianismo“.
Si hubiera personas que rechazan el aborto solo porque los mandamiento religiosos así lo prescriben, habría que hacerles caer en cuenta de que vivimos en un mundo crecientemente laico y no correspondería que una parte de la sociedad pretenda imponer sus criterios morales y religiosos a la parte no creyente; no tendría fuerza de convicción, la validez de sus argumentos sería solo parcial.

El único argumento que tendría validez indiscutible en temas como el aborto es el científico. Los datos que aporta la genética humana son demostrables, concluyentes y coincidentes en todo el mundo. Por lo tanto, sus afirmaciones más importantes son indiscutibles y una de ellas es que hay vida humana desde la concepción.

Existen sin embargo casos en que las afirmaciones de la ciencia pueden chocar con ideologías, intereses, culturas y tradiciones por lo que todo puede quedar en la nada. Algunos ejemplos de esto nos vienen del pasado como la mutilación genital femenina o el machismo rampante, pero otras son sorprendentemente actuales, como el rechazo de algunas minorías a cualquier vacuna o a la escolarización de los niños. Son conductas irracionales en pleno s. XXI.

Es difícil de comprender que, en nombre de la ciencia, algunos pretendan dar por cierto que el feto no es un ser humano en formación, o que a otros este tema les resulte completamente indiferente por lo que el aborto no les significa conflicto moral alguno. Con la riqueza informativa que hoy existe en el campo científico estas posturas deberían ser insostenibles. Hay vidas de por medio.
La Antropología complementa la información de la Genética humana con algunas agudas informaciones:

A) Todos los hombres del mundo distinguen sin dudar entre persona y cosa; la persona tiene que ver con el “quien” y la cosa con el “que”. En una habitación vacía podré decir, “no hay nadie” y no corresponde que diga que “no hay nada”, porque seguramente algo habrá ahí. Si golpean la puerta podré preguntar ¿“quién llama”?, pero no ¿“qué llama”? El hombre es un “quien”, y solo secundariamente un “que” porque es una realidad personal desde la concepción.

B) Cuando se dice que el feto es parte del cuerpo de la madre, se dice una insigne falsedad porque no es parte, está alojado en ella, es un huésped de su cuerpo; implantado en ella y en su cuerpo. Toda mujer dirá,” estoy embarazada”; no se le ocurrirá decir “mi cuerpo esta embarazado “. Toda ella está embarazada. Existe una relación personal entre la madre y ese “quien” que está viniendo, que no es algo descartable sino que es su esperado niño.

C) El niño no nacido es una realidad “viniente”, que podrá entrar en la casa desde la que se lo convocó, siempre que sus padres le den la bienvenida. Quienes dicen que el feto no es un “quien” porque no tiene vida personal, deberían pensar que, después de nacido y por largos meses, tampoco la tendrá; y a nadie se le ocurriría poner en duda su derecho a la vida, como tampoco la de los que padecen senilidad extrema o están en coma. Por ahora…

D) La expresión “Interrupción del embarazo” es de una refinada hipocresía. No toleraríamos que el verdugo que acaba de ahorcar a un reo nos diga que “se ha procedido a interrumpirle la respiración al señor Juan”. En ambos casos alguien muere por decisión ajena; y esto hay que reconocerlo sin ambages.

E) Prácticamente todos sus partidarios tratan de ocultar la crueldad de la práctica del aborto. Solo hablan de los inconvenientes que se quieren evitar: maternidades en niñas, abortos realizados en lugares inadecuados y por personal no calificado, extrema indigencia en el grupo familiar, incompatibilidad de la maternidad con el trabajo o el estudio etc. Estos propósitos, atendibles, son una cosa, pero el recurso al aborto es una cosa muy diferente. Nadie se anima a decir que para evitar estas situaciones hay que matar… pero eso es lo que están proponiendo en este proyecto de ley. Y, lo peor, es que lo saben.

F) Si desde lo alto de un edificio una persona amenaza con tirarse a la calle, sin dudarlo, el Estado por medio de los bomberos acudirá presuroso a salvar una vida que está en peligro. Pero si esta ley se aprobara, se daría la conducta opuesta: el Estado facilitaría los medios para que la muerte sea segura y gratuita.

G) Los pelos de la foca bebé del Artico son de un blanco inmaculado y su cara evoca el rostro bello, tierno e indefenso de un bebé humano. Desde siglos atrás su piel fue requerida por la lucrativa industria peletera por lo que en la temporada de nacimientos miles de personas se lanzaban a exterminar a estos recién nacidos con picas o garrotes. Fue suficiente que algunos naturalistas documentaran en detalle la forma cruel de estas matanzas en las costas de Canadá, para que los ojos de millones de europeos y americanos se llenaran de lágrimas y exigieran con vehemencia el fin de esta práctica porque era” inhumana”. La causa de las focas bebé ¿habrá movilizado más al hombre civilizado que la causa de los bebés humanos? ¿Somos humanos solo con los animales?

Bahía Blanca, 26 de diciembre de 2020

Nota: Profesor Humberto Guglielmin

Foto: La Voz

Un comentario

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*