VENENO PURO: DE “YIYA” MURANO A “TECITO” GARCÍA, SIN ESCALAS…

No ha faltado quien por estas horas ha intentado trazar un paralelo entre el escándalo por el nombramiento de Rubén “Tecito” García como una suerte de “Director Adjunto de Cultura en Espacios Públicos” con aquella historia tremenda de la asesina serial María de las Mercedes Bernardina Bolla Aponte de Murano, más conocida como “Yiya”, quien invitaba a sus víctimas a tomar un té con masas envenenadas.

Es que la metida de pata parece ser tal que el archivo con los tuits, las fotografías con funcionarios y otros datos mucho más inquietantes que se van conociendo con el paso de las horas, amenaza con ser de una ponzoña que, en condiciones normales, debería intoxicar hasta niveles letales varias estructuras municipales.
Sólo podría salvarlas que la posibilidad de unir el adjetivo “normal” con relación a la intendencia bahiense hace años que se perdió…
Una de las muchas preguntas que surgen entre quienes se atreven a pensar un poco las cuestiones nacionales radica en encontrar cuál es la necesidad de hacer esto en este momento.

¿El pago de una deuda con alguien que viene prestando servicios “non sanctos” desde hace tiempo? ¿La imposibilidad de mantener a García el contrato que lo ligaba con una legisladora de “Cambiemos” a cambio de sus laburitos? ¿La intención de, bajo la fachada de un proyecto cultural, montar un negocio en el Parque de Mayo? ¿Una “férrea” amistad con el Secretario Privado del Intendente, Pablo Romera? ¿Las ganas de provocar y molestar al colectivo artístico de Bahía Blanca, al que es evidente, no sólo se lo desprecia, si no también se lo pretende humillar tomándole el pelo? ¿Un poco de todo esto mencionado, más un sentido de la impunidad que más temprano que tarde, como siempre ha sucedido en la historia con imperios un poco más respetables y sustanciosos que la franquicia instaurada en Bahía Blanca en 2015, termine por ser el origen de una implosión?

Por mucho menos que las violencias varias que le endilgan al tal García, en distintas partes del mundo, personalidades un poco más relevantes, han tenido serios problemas, por no decir que vieron terminadas sus carreras.
Pero en Bahía Blanca, ahora, el curioso “criterio” del intendente es que, si no hay una causa judicial firme que lo acredite, nadie es xenófobo, nadie es machista, nadie es violento…

Hipocresía pura y siniestra. La vara con la que se midan les designaciones de funcionarios debería ser muy otra. De hecho, no fue la misma que tuvo Gay por ejemplo cuando motorizó desde el micrófono la destitución de Rodolfo Lopes y poco importó lo que dijera (o no dijera la Justicia).
“Las escuchas están y todos las escuchamos”, fue la postura del hoy jefe comunal para fusilar mediáticamente al entonces intendente. Con exactamente la misma lógica, podría decirse que los tuits de “Tecito” diciendo las barbaridades que dice, están, pero si ahora no hay un juez que lo condene, él no va a dejar sin conchabo a un amigo…

En el patético “siga-siga” en que vivimos y que hubiera sonrojado al recordado “Pancho” Lamolina, un tema parece tapar al otro y esa tal vez sea la apuesta de Gay para que este nuevo “error no forzado” de su administración, a favor de la endeblez de una oposición cuyo principal referente insiste en sacarse fotos con él como forma de mostrarse “presentable” ante quienes por algo no lo votaron, no se le vuelva demasiado en contra.

Sin embargo pareciera haber elementos en el horizonte que llevan a suponer que no será tan fácil que el tema quede en el olvido.
Por empezar, que tan difundido en redes como silenciado por los medios pautados por el municipio, el muy contundente documento de rechazo, motorizado por la Red de Comunicadoras de Bahía Blanca y avalado por una importante cantidad de instituciones representativas, animó a que no pocas personas—en especial mujeres—se pusieran en contacto con los firmantes para aportar nuevos elementos y convalidar las graves críticas allí mencionadas.

No hay que olvidar que bajo el concepto de “comunicadoras” que algunos pretenden ningunear o soslayar, hay mujeres con nombre y apellido y mucho predicamento ante una audiencia que confía en ellas porque las ve, las escucha y las lee: Anabella Tarabelli, Gisella Estremador, Virginia Pascual, Gretel Waltz, Jésica Rípodas, Virginia Calzada o Natalia Carabajal, entre otras.
Todas ellas despiertan una confianza mucho mayor que cualquier político a la hora de ofrecer un canal de escucha a muchas víctimas de malos tratos, desubicaciones, excesos y violencias que podían tener atragantado algo y ahora recién se animan a sacarlo afuera.

Algo similar ha sucedido con los dos gremios que suscribieron el comunicado, las Asociaciones de Artistas, la Comisión de Género del Colegio de Psicólogos, el Observatorio de Género de la UNS, la CTA y hasta Suteba, por mencionar algunas de las personas y entidades que aseguran haber recibido tras la difusión, nuevos elementos para justificarlo o incluso reiterarlo o profundizarlo con agravantes.
Con defensores así, ¿quién necesita detractores?

Como si lo que se sabía sobre “Tecito”, que no era poco, tampoco haya sido todo y lo que es más inquietante, amenace con reciclarse una y otra vez cada vez que, en tanto funcionario “público”, intente llevar a cabo una actividad “pública”, subyazca el riesgo de potenciar la bronca y renovar protestas.
Este dato deberían mirarlo en Alsina 65 si quisieran evitarse futuros dolores de cabeza. Como también deberían notar que no hubo manifestaciones de apoyo al cuestionado personaje, salvo una: la del inefable Enrique Iommi, a quien su truculento archivo, por posturas similares a las que ahora se le cuestionan al tal García, le costó no poder, hace un par de meses, ser él designado al frente de la delegación local del Enacom (dicho sea de paso, el nuevo delegado ¿asumió?).

Porque se supone que un “director de actividades culturales en espacios públicos” debería interactuar o articular (como les gusta decir ahora) justamente con artistas necesitados del Estado para mostrar aquello que hacen.
Y no parece ser este “colectivo” el que más complacido esté con el accionar en general en este campo por parte del Municipio, toda vez que se les negó cualquier tipo de ayuda a su actividad en el marco de la Pandemia con el pretendido pretexto de “no tener dinero” que, sabido es, sí lo hubo para muchos otros gastos no esenciales, incluido transferir millones de pesos de dinero público a engrosar los bolsillos de medios afines a callar o batir el parche, según se les indique desde el Municipio.
Dicho sea de paso como nota al margen: en la volada cayó el grupo de medios del que forma parte Ático, a quien a partir de un par de notas críticas (la de la historia de Santiago Nardelli, a la cabeza), se le cortaron las migajas que en comparación con otros, se percibían en concepto de “pauta municipal”.

Pero de regreso a las múltiples ramificaciones venenosas que se prevén sobre la designación de García, otro elemento a tener en muy en cuenta, es la reciente conformación de una “Comisión de Diversidad y Género” en el ámbito del Concejo Deliberante.
Hasta allí parecen estar llegando también las esquirlas de este nombramiento y se estima que de un momento a otro el tema tendrá que ser tratado en ese ámbito y como admitió una edila oficialista que todavía habla con este medio, “ahí te quiero ver”.
“Nosotras no podemos permitir que nos vengan a correr con algo así y no obrar en consecuencia, porque el descrédito sería muy grande. ¿Con qué cara voy yo a criticar algún maltrato o pedirles a las mujeres que luchen por su dignidad, sí, con algo tan evidente, me hacen salir a explicar lo inexplicable? Lo de este muchacho a quien no conozco, salvo de verlo muchas veces al lado de Romera, es indefendible. Yo no entiendo a quién se le puede ocurrir”, se preguntó esta concejala, que para más datos, ocupó lugares en el Ejecutivo y según sus palabras, fueron los mismos que ahora se “mandan esta macana”, aquellos “que le complicaron la vida”.

“¿Nos vamos a enojar porque alguno no diga concejala en lugar de concejal en nombre de la inclusión y la mar en coche y nos bancaremos formar parte de una misma gestión con uno que nos mandó vía twitter a todas a hacer sexo oral para conseguir un trabajo mejor?”, se sinceró.
Porque se sabe que el tema de la igualdad y los derechos de las mujeres suele ser esgrimido como estandarte por políticos de todas las extracciones.
Pero llega un momento en que de la declamación hay que pasar a la acción y por más disciplina y voto de obediencia que se pretenda instaurar, mirar para otro lado con la designación de un funcionario que colecciona una larga lista de mujeres maltratadas y ha puesto los dedos en las redes sociales de la peor manera que se pueda suponer, podría ser un boomerang capaz de poner en cambio e inhabilitar moralmente a quienes se le pongan en medio de su implacable trayectoria.
Y para eso no hace falta que medie denuncia judicial alguna. Tampoco alcanzan deconstrucciones sobreactuadas y poco creíbles, como ya lo demostró el “Caso Iommi” y el precedente que debería haber sentado sobre un estándar mínimo exigible para quien pretenda ocupar un cargo público.

¿Se pondrán de acuerdo por una vez y dejarán egos y pretensiones de cartel para organizar una defensa corporativa en defensa de su dignidad? ¿Habrá muchos artistas, por más necesidad de “laburar que tengan, dispuestos a ser contratados por este personaje y quedar pegados para siempre? ¿Se quedarán las mujeres organizadas bajo distintas denominaciones en el molde, a sabiendas de que esto podría jugarles muy en contra en futuras acciones sobre estos temas? ¿Se arriesgarán desde el Municipio a que cualquier actividad propiciada desde esta nueva repartición sea susceptible de ser destinataria de un escrache que no tenga ya como destinatario a García si no al propio Héctor Gay?

Definitivamente la comparación de esta historia con aquellos “tecitos” con los que la tenebrosa “Yiya” invitaba en su departamento del porteño barrio de Monserrat, no es para nada antojadiza.

Estos son los tweets de los que habla la concejal de Cambiemos

Nota: Equipo de periodistas de investigación Ático

Fotos: Web, propias, BDO, Bahía Espectáculos.

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