D.D.H.H.

José Mayans, a diferencia de Scioli, decidió no acatar las directivas partidarias y seguir las directivas de su conciencia, y por eso afirmó que: “al legalizar el aborto el Estado está autorizando a matar a una persona”, “se va a violar la Constitución, pues matar a una persona es un crimen”, la muerte por aborto “es la causal de muerte número setenta y siete en las mujeres”, “nadie tiene que morirse, ni la mujer ni el niño”, etc.

¿Por qué tanta urgencia con el tema del aborto?, ¿interesan menos las que mueren por ignorancia y pobreza extremas, por el mal de chagas, el dengue, por beber agua estancada, por criminalidad…?

El presidente A. Fernandez defendió que: “el aborto sucede. Es un hecho”, y es “solo la hipocresía… la que nos hace caer en un debate como este”. Solo le faltó decir que por esa razón hay que autorizarlo; pero si autorizaramos todo lo que “sucede”, “lo que es un hecho”, deberíamos autorizar la corrupción de los gobernantes, la violencia hacia las mujeres, la pedofilia, los robos, etc. “Presentaré un proyecto de interrupción voluntaria del embarazo que legalice el aborto en el tiempo inicial del embarazo, y permita a las mujeres acceder al sistema de salud”… “Somos un gobierno con científicos”. Si así fuera, ya deberían haber demostrado que lo que está en el vientre materno no es vida humana en su fase inicial; solo después de esta imposible demostración correspondería autorizar su eliminación voluntaria. Así procederían los científicos.

Además, por qué el Estado debería sentirse autorizado para quitarme parte de la jubilación para aliviar las consecuencias de los actos privados de otros? Sería más justo que los

abortos se financiaran con la fortuna de los políticos; a nosotros no nos sobra nada. ¡Basta de quedar como magnánimos con el dinero ajeno!

Llama la atención que entre los más ruidosos partidarios del aborto estén

personas nacidas en cautiverio durante la dictadura. Nadie les impidió nacer.

La supresión de una vida incipiente ¿es un derecho humano o un crimen?

Nota: Profesor Humberto Guglielmin
guglielmin.humberto@live.com

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