Con motivo de la fiesta de Cristo Rey (25-11-19), se recibió una nota titulada “Reflexión con Cáritas Parroquiales”. Allí podemos leer que “Jesús reina desde la cruz de los rebeldes” (¿?), “la rebelión de Jesús es la más radical de todas: pretende no solo eliminar un tipo de poder para sustituirlo por otro, que con un nombre distinto estaría basado en la misma lógica de dominación y violencia.”… el complemento de este desvarío no fue escrito. Más adelante: “Jesús es el antimodelo de rey de los sistemas opresores: no quiere dominar a las demás personas sino promover que asumamos responsablemente el peso y el gozo de nuestra libertad.” (¿?).
Y luego: “En la cruz, Jesús derrota radicalmente al demonio del poder concebido como violencia y opresión por una parte, y como sumisión y alienación por la otra.”
En realidad, con la muerte y resurrección de Jesús se completa la misión dada por Dios Padre a su Hijo Jesús para redimir a los hombres de la esclavitud del pecado y abrirles las puertas del cielo. La misión de Jesús en la Tierra hay que estudiarla en los Evangelios y no en mal dirigidos textos de sociología o del difunto marxismo ateo.
Aunque el redactor de esta nota no lo admite en ella, no puede ocultar que en Jesús solo ve un hombre, notable si se quiere, pero solo un hombre. No se trasluce que Jesús sea el hijo de Dios hecho hombre y nacido de María. Solo ve un lúcido luchador contra los sistemas políticos imperantes. Sin embargo en el Evangelio Jesús dice: “mi reino no es de este mundo.”
La tarjeta de salutación para la Navidad enviada por Cáritas Arquidiocesana de Bahía Blanca fue muy extraña: no tenía ninguna referencia a la fiesta litúrgica del nacimiento de Jesús para iniciar su misión en la Tierra, sino solo dibujitos y una serie de consignas utópicas propias de una estudiantina de secundarios progres. Van algunas: “El agua, el pan y la tierra para todos”, “mundializar las luchas sociales”, “rechazar el poder del dinero”, “encarar la crisis de civilización”, “derribar los muros”, “poner la economía al servicio de la gente”, “revertir la historia”, “dejar descansar la tierra, liberar a los esclavos, perdonar las deudas”…
Uno de los dibujos representa a Jesús señalando “libertad a los oprimidos”, pero más arriba se ve esta curiosa observación saliendo de los labios de Jesús: “esto se cumple hoy”… ¿Será porque son otros los que hoy manejan el poder?.
En esta salutación nada es religioso, solo se ve política voluntarista y berreta. Cáritas Bahía Blanca no tiene derecho a politizar a las abnegadas personas, católicas, evangelistas o laicas que, varias veces por semana dedican gratuitamente su tiempo y esfuerzos para ayudar a los necesitados. Ningún partido político serio tomaría como suyas estas consignas.
Cáritas no debe ser un partido político. Su política debe ser servir calladamente al necesitado, y sus proyectos sociales deben ser realistas y concretos. La solución a los grandes problemas estructurales del país es el desafío que corresponde a los partidos políticos.
Cáritas no debe ser vaciada de su misión.
Nota: Humberto Guglielmin
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