«Quiero tiempo, pero tiempo no apurado, tiempo de jugar, que es el mejor» dice una frase de María Elena Walsh y eso mismo quisieron regalarle a los niños que asisten al merendero Campana de Palo, de Villa Bordeu: un momento para jugar, para ser chicos, para sonreír.
El 27 de agosto pasado, gracias a la colaboración de distintas personas y a la organización de quienes asisten a diario, los más de 75 chicos de Campana de Palo tuvieron su festejo del Día del Niño.
Con una choriceada, ensaladas, tortas, un castillo inflable y regalos, la velada no se limitó solo a quienes participan diariamente del merendero, sino también a las personas de la zona que deseaban compartir un momento en familia.
Además de Luz, fundadora y coordinadora de Campana de Palo, en el evento colaboraron Giulia, Anna y Marco, tres jóvenes de nacionalidad italiana que permanecerán hasta fin de año en el país realizando tareas sociales.