Breitenstein – Gay: ¿Distinto gobierno?

Editorial de Sandra Crucianelli, en el programa «Ángeles y Demonios», emitido por 103.9 Radio Continental Bahía Blanca, se emite los sábados de 10 a 12 hs.

Breitenstein – Gay: ¿Demasiadas coincidencias para ser distinto gobierno?

Hay muchas coincidencias entre el gobierno de Cristian Breitenstein y el actual gobierno de Héctor Gay. Y son coincidencias que van más allá de sus posiciones con relación a la construcción del autódromo,  del natatorio municipal que había comenzado Breitenstein y que ahora retoma Gay. Tiene que ver con el discurso político y dentro del análisis podemos mencionar su visión de Bahía-Puerto, Bahía-Puerta y Puerto del sur argentino, que son slogans que han respondido a coyunturas específicas y no a conceptos de fondo.

Por ejemplo, en el caso del puerto, el impulso de convenios con consultoras internacionales, no nacionales ni mucho menos regionales para elaborar planes estratégicos, perfiles bajísimos de los directores municipales, de directores del puerto -basta recordar el caso de Francisco Costa, con Breitenstein, el caso Juan Esandi con Héctor Gay-, el caso de la FISA, en 2010, con entrada paga Breitenstein organizó el aniversario de la fundación de Bahía Blanca en la FISA, hecho que repite Héctor Gay en 2017. El tema de los falsos anuncios; muchas veces se anunciaron cosas que se iban a hacer y no se realizaron o que «ya se lanzó» y resulta que no se lanza -acaba de pasar con la vacunación contra la gripe-. El enojo con la prensa crítica, una característica del gobierno de Cristian Breitenstein y de alguna manera se repite, me tocó ser duramente increpara por el intendente por un dato que Gobierno Abierto colocó mal en su portal de datos. El tema de dormirse en los laureles, de no sancionar lo que está mal, de que no haya castigo para lo malo, especialmente si esto representa intereses empresarios o industriales, por ejemplo, proteger a las empresas del Polo o a las empresas de servicios públicos. Esas empresas nunca hacen nada malo, nunca se equivocan, nunca contaminan, siempre tienen incidentes, nunca son escapes, todo está bien, no se acciona ante el OPDS para que imponga multas y de este modo las multas prescriben.

Hay que recordar que en el año 2010 la justicia de Faltas de Bahía Blanca, tardó más de un año en sancionar a la empresa Mayo, del grupo Plaza,  por infracciones verificadas durante la primera semana de ese año. Ahora sucede lo mismo con la medición de aire, la central de monitoreo no funciona desde hace más de dos meses, esto no se blanquea, hay que esperar que el periodismo accione sobre esto, porque no hay periodismo y comunicación de anticipación, ocurre lo mismo con las plantas del Polo, por inacción del OPDS, dirigido por el gobierno de Vidal.

Otro paralelismo que podemos trazar es el ocultamiento de la verdad. Cristian Breitenstein ocultó cuando se fue a Alemania con Federico Weiland. La serie de notas se tituló: «La gira mágica y misteriosa», se fue negándolo primero y reconociéndolo después en una radio afín, en La Brújula. Ahora se repite el escenario porque el propietario de La Brújula es el mismo propietario que del grupo de La Nueva y LU2, de donde Gay proviene, donde ha estado históricamente desde principios de la década del 80. Gay ocultó cuando se fue a Chile durante 2016 y también oculta la agenda pública. Hay un grupo de WhatsApp para periodistas que hacen móviles en la calle, donde todos los días se dice qué hará el intendente. Se le preguntó al intendente actual si pensaba tener una agenda más abierta que los gobiernos anteriores y respondió que absolutamente. De hecho, para sorpresa de muchos, llevó a Elisa Quartucci que había sido una de las más fervientes opositoras al gobierno de Cristian Breitenstein. Sin embargo, oculta cuando se va a Chile y también oculta cuando viaja a Buenos Aires. No se sabe a qué se va,  no dice: «Bueno, mañana el intendente estará con tal ministro, haciendo tal cosa». Ambos, si uno entra a hilar fino, tienen una distorsionada mirada en el concepto de lo público y lo privado. Por ejemplo, a Gay le molestó terriblemente que dijéramos que su hijo, que es geólogo, trabaja para una minera en Chile, así como a Breitenstein le molestó que se haya informado que estaba en Alemania cuando no avisó, incumplió la ley. ¿Cuál es el problema de decir esto?

Lo otro es la estafa al voto popular. Los candidatos a concejales que no ocupan sus puestos una vez electos, pasó con Ramiro Villalva, con Rafael Morini, ahora con Constanza Rivas Godio, con María Laura Biondini y también con Tomás Marisco. El propio Gay no completó su mandato como diputado provincial. Hay que recordar, si trazamos un paralelismo, que Cristian Breitenstein se candidateó para intendente y se fue al ministerio de la Producción dejando un intendente que nadie votó para ese cargo. El más claro ejemplo de las testimoniales. Ahora Gay hace lo mismo con Rivas Godio desde el Concejo Deliberante para el Ejecutivo, con Biondini, que fue electa como concejal y se fue al Ejecutivo para finalmente volver al lugar de donde nunca debió haber salido.

Cristian Breitenstein, en octubre de 2011, había festejado junto a Dámaso Larraburu y a Gustavo Bevilacqua, hay un video que está en Youtube, el resultado de la votación popular que le dio la reelección, pese a que en ese momento él era consciente de que, como se supo después, nunca asumiría.

El otro paralelismo, «no sabe no contesta». ¿Se acuerdan cuando vino Serrat a Bahía Blanca, al Club Estudiantes, que la capacidad ocupacional fue sobrepasada? Nadie quiso saber nada en esa administración municipal con dar explicaciones sobre lo que ocurrió. Esta conducta se repite durante el gobierno de Gay con el tema de Manrique y el bloqueo de título. Manrique es como si fuera un ministro, forma parte del gabinete, es secretario de Obras Públicas, si Manrique empezó a cobrar bloqueo de título cuando no estaba colegiado, no formaba parte del colegio de ingenieros, es decir, no estaba matriculado. Se había ‘desmatriculado’ porque consideraba que pagar una cuota de 400 o 500 pesos por mes era una pérdida de dinero y calificó, según sus propias palabras, al Colegio de Ingenieros como un «órgano recaudador». Pero para cobrar el bloqueo de título debía estar matriculado. Hizo la gran Breitenstein, dijo «de esto no se va a enterar nadie», y comenzó a cobrar por el bloqueo de título. Cuando Luis Alberto Cano lo hizo público fue urgente al colegio, que lo amparó, y se matriculó. Estamos hablando de 21 mil pesos, que Manrique no necesita, pero como hablamos de fondos públicos, que pagamos entre todos, que siga nomás. Por eso, no sabe, no contesta.

Lo otro es la falta de transparencia en el manejo de algunos fondos. Pasó en el gobierno de Cristian Breitenstein cuando nunca se supo bien cuánto se gastó en la terminal de ómnibus, cuánto fue lo que se gastó en la aeroestación civil Comandante Espora, todavía hay grandes agujeros que tenemos y lo acabamos de vivir con el tema del gasto social. Se dijo el 11 por ciento. Lo que el Concejo Deliberante aprobó fue el 9 por ciento. No sabemos si después hubo un aumento. Lo busco en Gobierno Abierto pero no aparece. Algo tan básico como gasto social debería aparecer en la primera página, pero no está. A propósito de gasto, otra similitud que hay, es el gran gasto de publicidad oficial que hay. Durante los gobiernos de Cristian Breitenstein y Gustavo Bevilacqua, la mayor parte de la torta se la llevó el Grupo La Nueva. En ese momento hablaba del Grupo Massot, porque era quien tenía la propiedad de la ex Nueva Provincia, de LU2 y de FM Ciudad. Ahora, el Grupo La Nueva, que es Grupo Elias, también se lleva la mayor parte de la torta y esto es documentable.

Otro de los puntos, y podríamos hacer una larga lista, es el silencio y la falta de acción sobre el buque regasificador,  nunca se habla de este tema. Tampoco se habla de los pobres, para Breitenstein es como que este tema no existía, igual que para Gay. El uso indiscriminado de los subsidios, la abusiva cantidad de compras directas, la reiterada falta de respuesta a los pedidos informes realizados por el Concejo Deliberante, la falta de concursos públicos para la cobertura de cargos, el desinterés por los barrios más necesitados de la ciudad, el plan pro.cre.ar muchas veces está a años luz de quienes tienen necesidades básicas insatisfechas y así como no se habla de pobreza, tampoco se habla de marginación, lo cual me parece muy grave porque allí tenemos el origen  de muchos problemas sociales que están enraizados en nuestra comunidad y de la cual no siempre se habla.

Después lo que gana el intendente, en 2009, Cristian Breitenstein era el tercero en la lista de intendentes bonaerenses que más ganaba. Ahora Gay gana más que el presidente. Gay cobra un bulto de casi 200 mil pesos y se le descuentan ganancias, obviamente.

Lo otro es ponerse al frente de la seguridad, así como con un aire patotero Cristian Breitenstein dijo: «Yo me voy a poner al frente de la seguridad, los delitos van a bajar»,  lo mismo hizo Gay, pero los resultados de ambas gestiones fueron malos, porque en 2009 el incremento del número de delitos denunciados en Bahía Blanca con relación al 2008 que fue el primer año de gestión de Breitenstein aumentó casi el 32 por ciento. Este año, 6 de cada 10 hechos delictivos en el segundo semestre de 2016, la policía no detuvo a nadie según datos difundidos por la comuna en su propio mapa de delito, es decir, con Cristian Breitenstein me preguntaba en qué país vivía ese hombre, porque había mal humor social, la gente decía que no se ocupaba de los barrios, cada vez que se lo cuestionaba el intendente tendía a descalificar a los vecinos que estaban enojados diciendo que estaban movilizados políticamente.

Yo nunca supe bien en qué ciudad vivía Cristian Breitenstein, ahora sé que vive en Alemania, pero tampoco sé muy bien en qué ciudad vive Héctor Gay, porque por ejemplo el discurso del aniversario de la fundación de Bahía Blanca, me parece que está a años luz de las necesidades de muchos vecinos. Que vecinos y empresas del Polo trabajan para mejorar la calidad de vida de Ingeniero White, lo han dicho ambos, Breitenstein y Gay. Si bien Breitenstein no está en la actividad pública, pero tengo información en el sentido de que ambos se comunican, no sé por qué vía, si telefónicamente, por mail, whasapp, pero me han dicho que Héctor Gay le pide consejos a Cristian Breitenstein. No hay que olvidar de dónde viene cada uno, qué historias de vida tiene cada uno y que incluso De Narvaez el espacio político de donde viene Héctor Gay, había dicho: «Quiero a Cristian conmigo en el 2011», vienen del mismo sitio, donde se les da la espalda al espacio popular, donde no se tiene en cuenta lo que pasa en el corazón de los barrios más pobres y esto los aleja a ambos de su ciudad, la ciudad en el caso de uno natal, en el del otro la que gobierna, los aleja de la gente para terminar posicionando en un imaginario escenario donde los únicos que tienen la razón, son ellos.

 

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