FELIÚ O GAY: ¿SÓLO ESO ES “LO QUE HAY”?

Editorial 145.- (completa)

INFORME DE LA SITUACIÓN – ESCRIBE EQUIPO DE ÁTICO

12072547_932129600216195_8578499013842898545_nUna imagen vale más que mil palabras. Pero por si la imagen no alcanzara a decirlo todo, sirve intentar explicar aquí aquello que representa la tapa de esta edición de Ático.
En ella se ve el actual estado de cosas en la política bahiense de cara a las próximas elecciones para intendente: hay sólo dos candidatos en la línea de largada en condiciones de ganar la carrera y bastante más atrás un tercero, prácticamente sin chances de alzarse con el triunfo, pero tal vez sí de influir en el resultado, según resulte su actuación. Completa la escena un candidato que corre por izquierda y otro que entró (¿entró?) por la ventana.
Desde una tribuna observan otros actores que han quedado fuera de la competencia por propio merecimiento. Hicieron todo lo posible para no estar en condiciones siquiera de participar.
Todos ellos componen un panorama capaz de reducir al grado de reverenda estupidez a aquella frase tan trillada desde la berreta filosofía new age que sostiene que “En la vida, siempre lo mejor es aquello que sucede”.
nota-1191741-coprotur-dejado-posiciones-economicas-complicadas-528968Lo que nos sucede a los bahienses es que cuatro años después de haber sido brutalmente estafados en nuestra voluntad popular, la tan esperada oportunidad de recuperar el terreno perdido y volver a tener un intendente decente casi nada tiene de esperanza, salvo la certeza de que muy pocas cosas podrían ser peores a esto que hemos venido padeciendo.
Una de ellas sería la comprobación de haber puesto con nuestro voto a la persona equivocada.
Alguien que encima de todo, nos quite el actual consuelo de sentirnos víctimas de un engaño y lo trastoque por un sentimiento de real culpabilidad.
Otra muy discutible expresión acuñada por este estado de resignación ante el desasosiego que los argentinos en general y los bahienses en particular supimos conseguir, es aquella que suele pronunciarse con pudor de carcajada en un entierro y advierte que “es lo que hay”, cuando un menú de opciones, lejos de brindar alternativas superadoras, se reduce a la posibilidad de elegir entre “lo menos malo” o “lo menos peor”.
Eso sí: corresponde, si se van a decir cosas que pueden sonar duras y hasta herir algunas susceptibilidades, procurar ejercer aunque sea un poco la autocrítica como sociedad y procurar establecer porque se ha llegado a este estado de cosas.
Es muy probablemente cierto que estos últimos cuatro años los bahienses hayamos sido víctimas de un engaño sin precedentes y eso nos sitúa en el papel de un damnificado en su buena fe, alguien que merece una cierta compasión ante el garrón que se tuvo que comer.
Pero esa cuota de piedad se llena de cuestionamientos cuando se advierte que cuatro años después, tras tantos padecimientos y situacionesvergonzosas, al momento de tener una nueva posibilidad de tomar por fin las riendas del futuro, como únicos postulantes aparezcan dos que no brindan ninguna garantía de domar el potro.
¿Es tarde para preguntarse en qué fallamos? A un par de semanas de una elección, sí.
Así las cosas sólo nos queda plantearnos qué hacemos con esto que hay para que lo que nos suceda como consecuencia de aquello que elijamos o dejemos de elegir, sino lo mejor, sea lo menos malo.

Héctor Gay: ¿Un intendente o un gerente?

01 28 (1)Montado sobre el micrófono desde el que pontificó durante casi tres décadas antes de dar el salto a la misma arena política a la que tanto cuestionó, Héctor Gay, según el veredicto de las PASO, es quien arranca en la “pole position”.
La imagen de mostrarlo cabalgando la única herramienta que lo colocó en esta situación no es antojadiza, sino todo lo contrario.
Todavía hoy, dos años después de haber sorprendido con la noticia de abandonar el periodismo para pasar a ocupar una banca como legislador, su única cuota de predicamento ante la sociedad bahiense parte de la base de lo que fue su labor radial.
Nada de lo hecho como diputado provincial le ha sumado algo de consideración, sencillamente porque no ha hecho prácticamente nada como tal y ese es todo un dato.
SÍ en cambio, ir adherido a la boleta que propulsa a Mauricio Macri como presidente, en una ciudad donde más de 6 de cada 10 no quieren saber nada con el kirchnerismo, parece aumentar sus chances, y ese también es otro dato.
Porque todos los papeles de una eventual gestión de Gay se quemarían de repente si el actual jefe de Gobierno porteño no llega a la Casa Rosada.
Que informar no es lo mismo que gobernar puede sonar a perogrullada. Sin embargo, tamaña evidencia no pareciera estar tan clara para quienes hicieron que fuera el precandidato a intendente más votado de las PASO.
Colgado del nombre del frente electoral que integra a manera de eslogan, la pretendida exhortación a que los bahienses «cambiemos” podría no ser tal cosa, salvo por el detalle evidente de, en caso de resultar electo, convertirse en el primer jefe comunal ni radical ni peronista desde el regreso de la democracia en 1983.
Sin embargo este dato se torna cosmético y casi anecdótico cuando se repasa los servicios prestados como periodista por Gay a los mismos poderes a los que ahora dice “pretender cambiar”.
En estricto orden cronológico descendente, hasta el instante de su salto a la política (dicho sea de paso, en 2013 adelantado por ÁTICO antes que nadie), y siempre a favor de una monumental pauta publicitaria, el otrora conductor del programa “Panorama” sirvió como sostén y legitimador a los dos primeros años de interinato de Gustavo Bevilacqua.
Ni hablar de lo que supuso para la gestión de Cristian Breitenstein, a la que defendió no solo como vocero sino como cómplice.
Corresponde entonces hacer aquí un poco de historia: la trayectoria como comunicador de Héctor Gay siempre estuvo ligada a dos patrones a los que sirvió en forma simultánea: LU2 como parte del grupo “La Nueva Provincia” y REX Publicidad.
Hasta la caída de Rodolfo Lopes, de la cual Gay fue partícipe necesario, REX había sido una empresa publicitaria que se había mantenido al margen de la discusión por el manejo de la pauta publicitaria pública, conformándose con la nada despreciable torta proveniente por caso de las empresas del Polo Petroquímico y del sector agropecuario.
Desde entonces a la fecha, no sólo se involucró directamente en la captación de propaganda estatal, sino que como parte del “mucho más que publicidad” que ofrece en su lema empresarial se transformó en operadora política, a partir de un sistema cuasi extorsivo del que Gay fue parte fundamental.
Aquella broma del inefable MinguitoTinguitella respecto a que los periodistas te “levantan una monolito o te escrachan”, tuvo en Gay por cuenta y orden de las necesidades deRex, a un implacable cultor a nivel local.
Tras haber condicionado a la política aparentando ejercer como fiscales ante la opinión pública, pero siendo en realidad auténticos extorsionadores, estos poderes corporativos ya no quisieron ser meros socios obligatorios sino únicos dueños y ahora parecen “ir por todo”.
Para ello, llevan como mascarón de proa al mismo al que utilizaron para señalar con dedo acusador a todo aquello que no les convenía o hacerlo mirar para otro lado según les hiciera falta.
Aun suponiendo que el nativo de Goyena (partido de Saavedra) esté técnica e intelectualmente preparado para gobernar una ciudad de la complejidad de Bahía Blanca, cabe preguntarse, para empezar, qué cambió en él para dejar de haber sido gerente de poderes corporativos a los que ahora debería controlar y limitar en beneficio de intereses comunitarios.
El llamado “Caso Niembro” abrió en el resto del país ojos que, para algunos entre los que nos incluimos, aquí en Bahía Blanca estaban abiertos desde hace rato…
Por caso, cuando ante una serie de macanas cometidas por Cristian Breitenstein, se advertía que desde la principal tribuna radial bahiense, o se miraba para otro lado o se soslayaba y la explicación había que encontrarla en los millones y millones que mes a mes se giraban desde Alsina 65 a Alsina 19, como escala previa a Rodríguez 55.
¿Cuál sería la postura de un Gay intendente ante esta forma de despilfarro de dinero público? ¿Qué límite podría ponerles a los mismos que tal vez para algo lo pusieron en el lugar dónde hoy está? ¿No estaríamos los bahienses cambiando a un “intendente cadete de poderes externos” como Bevilacqua por otro en exactamente las mismas condiciones, con el agravante de encima haberlo votado?
Tras haber insistido durante años que las emanaciones gaseosas del Polo Petroquímico eran “vapor de agua” prácticamente inocuo y siempre anteponer los réditos económicos que estas industrias supuestamente derramaban sobre la ciudad a los costos ambientales y sanitarios que podrían provocar, ¿cómo cumpliría un Gay intendente su rol de principal contralor de las mismas empresas a las que, suculento pago mediante, defendió hasta el paroxismo desde la atalaya de un micrófono?
Si con esto sólo no alcanza, tal vez mayores alarmas puedan sonar si se toman en cuenta los casos puntuales de las dos mujeres que ocupan los dos primeros puestos de la nómina de candidatos a concejales en la lista que encabeza el ex periodista.
La número uno es la abogada María Laura Biondini, hija de Oscar Biondini, contador público de estrecha confianza para Héctor Gay y Rex Publicidad, gerente de la sucursal local del Banco Integrado Departamental, que antes de dejar uno de los más grandes tendales económicos de los que se tenga recuerdo en nuestra ciudad, administró los fondos de los empleados de Canal 9 (por entonces TeleNueva) que a principios de los ’90 ganaron el “Gordo de Navidad”, entre ellos Héctor Gay.
Esta joven—que había arrancado la campaña con un perfil bastante alto que luego bajó llamativamente, acaso para no exponerla como blanco fácil de eventuales críticas—actúa como secretaria en el Juzgado Municipal de Faltas N° 1 a cargo del doctor Ricardo Germani.
Lo curioso es que su arribo a ese puesto se produjo por un concurso bastante a medida resuelto por la también abogada Diana Larraburu, en tiempos en que la prima del actual presidente de la Liga del Sur ocupaba el área de “Legal y Técnica” en la gestión de Cristian Breitenstein.
El mismo Cristian Breitenstein para cuya campaña electoral en 2011, la doctora Biondini militó, junto a su muy amiga Soledad Espina (tesorera del COPROTUR) al punto de ponerse la camiseta y celebrar, acaso sin saber que había trabajado para quien pocos días defraudaría la voluntad popular.
IMG-20151003-WA0000 (2)0001La pregunta es si puede llenarse mucho la boca proponiendo un cambio alguien que ofició como principal vocero y defensor de aquel que con su deserción provocó el mismo desbarajuste institucional que hoy se pretende remediar y lleva como primera candidata a concejal a una joven que hace cuatro años militó y consiguió un puesto en la administración pública por el mismo partido al que ahora se enfrenta.

El pirata Morgan y las “virtudes” de “Connie”

coleccionable-70001Si esto no basta, tal vez sirva abordar brevemente el caso de la segunda candidata a concejal, la arquitecta Constanza Rivas Godio.
Recientemente designada por la administración de Daniel Scioli al frente del Consorcio de Gestión del Puerto de Olivos, “Connie”, además de batir todos los records de inasistencia a las sesiones del Concejo Deliberante durante su mandato 2009-2013, siempre ofició como una leal y fiel aliada a las necesidades del oficialismo, sea por caso para aprobar puntualmente los presupuestos anuales, proyectos tan cuestionables y vidriosos como el descomunal negociado inmobiliario conocido como “Periurbano” o, directamente, convalidar la licencia que le dio sustento legal a la defraudación cometida por Cristian Breitenstein para con la ciudad de Bahía Blanca.
Hay quienes dicen que el nombre de “Connie” como candidata en un lugar importante fue impuesto al trío conformado por Héctor Gay, Nidia Moirano y Santiago Nardelli como condición indispensable para convalidarles el otorgamiento de la franquicia del PRO, tras su salida del “denarvaísmo”.
Que Rivas Godio tiene aceitados contactos tanto con Mauricio como especialmente con Jorge Macri queda demostrado tanto porque su primer pedido de licencia como concejal tuvo que ver con su supuesta partida para trabajar en el gobierno porteño como por que en 2014 se conoció la noticia de ser beneficiaria de un suculento contrato con la misma administración para efectuar “tareas de asesoramiento en materia de estacionamiento”.
El punto es que esta noticia, convenientemente disimulada por muchos medios locales, tomó otra dimensión cuando el escándalo que le terminó costando la candidatura a Fernando Niembro dio la pauta de que este tipo de prácticas de otorgamiento de cuantiosos fondos públicos a amigos no son excepción sino regla en el “macrismo”.
Sin ir muy lejos no hace muchos días se conoció que Laura Aprile, una joven tresarroyense, candidata a intendente de la vecina ciudad por el PRO, también se vio beneficiada por un contrato similar al que supo tener Rivas Godio, sólo que en este caso, para asesorar en el área educativa.
Del mismo modo, un concejal que no renovará su banca, aportó a ÁTICO un dato inquietante: en enero de 2012, la primera persona que presentó un “muy sugestivo” proyecto de ordenanza propiciando que la Municipalidad contratara los servicios de la empresa Imagine Media, por entonces a cargo de Esteban Mirofsky, fue “Connie” Rivas Godio.
Recientemente, Mirofsky fue denunciado penalmente por otro concejal que tampoco renovará su banca, pero ha descubierto lo que parecen ser escandalosas autocontrataciones de quien curiosamente es titular de la tan mentada Agencia de Transparencia y Gobierno Abierto (ver nota aparte).
De todo esto, tal cual hacía cuando ejercía el periodismo y era implacable con ciertos temas y muy condescendiente con otros, Héctor Gay, hasta aquí no ha dicho una palabra…
Cabe preguntarse entonces a qué se refiere cuando con tono entre canchero y autosuficiente dice: “Cambiemos”.
Como curiosidad final de esas que seguramente no le preguntarán en esos medios que se especializan en no poner incómodos a eventuales proveedores de suculentas facturaciones, sirve aportar un dato de la vida laboral de Gay, la única que ha transitado en nuestra ciudad, ya que llegó aquí para trabajar en LU2 y “LA NUEVA PROVINCIA” en las postrimerías de la década de 1970.
A falta de compañeros de colegio o de club, tal vez sirva escudriñar un poco sus relaciones con compañeros de trabajo para trazarse un perfil humano de quien puede ser intendente.
Puertas adentro de “la primera emisora bahiense” y no a escondidas, Gay se ha ganado un singular apodo: “Morgan”.
El sobrenombre homenajea a uno de los más emblemáticos piratas de la historia, conocido por su tendencia a saquear y arrasar cuanto puerto estuviera a su alcance.
La capacidad de Héctor para atender diversos kioscos periodísticos al mismo tiempo le valió este mote.
Eso sí, hace unos días, en una muy amable entrevista que le hicieron en “La Brújula” juró que jamás vendió un aviso y que siempre trabajó en relación de dependencia.
Cuando lo escucharon, algunos de sus ex compañeros se sonrieron, acaso a recordar su obsesión por “cazar” cuanto micro se pusiera a su alcance y apenas compartir alguno cuando ya los tiempos no le daban.
Así, se lo puede recordar con los espacios ganaderos, los del mercado de cereales, los del movimiento portuario, los de la Cooperativa Obrera, los de turismo y hasta algunos realizados en 2011 a través de esa máquina de despilfarrar que fue COPROTUR, sin contar la larga y selecta lista de anunciantes de “Por Bahía”, el programa televisivo por excelencia del establishment vernáculo…
¿Todos estos trabajos “extra” los habrá hecho por amor al arte durante tantos años, para asegurar tan suelto de cuerpo que nunca tuvo relación ni se vio condicionado por los auspiciantes de sus programas?
Tal vez no esté de más preguntarse si poner a alguien con tanta predisposición a generarse negocios para si mismo al frente de un municipio como el bahiense no sería como soltar un zorro en un gallinero…

Feliú: kirchnerista “sui géneris” pero K al fin…

12072547_932129600216195_8578499013842898545_nEn las antípodas de Gay, todo lo que representa y a que intereses responde, se ubica, curiosamente, un candidato kirchnerista: Marcelo Feliú.
Él también se ubica en la primera fila en la línea de largada y se eligió representarlo al mando del tren chino que gestionó y enrostrando al mundo su labor como legislador, como diciendo “yo hice esto, yo hice lo otro… y los demás no hicieron nada”, lo cual más allá de una cierta jactancia, no deja de ser bastante cierto…
Algunos de sus defensores suelen decir que su identificación con Néstor, Cristina, “La Cámpora”, Boudou y todo el espantoso tren fantasma que ha venido asolando al país de 2003 a la fecha es bastante “sui géneris”…
Esta leve salvedad, a otros parece no alcanzarles: Feliú es “K” y punto y nada no ya que reivindique, sino que tan solo no niegue su identificación con esa letra, así sea comer una banana que tiene potasio, puede siquiera entrar en su rango de consideración…
Están en su derecho. Desde algún lado se han hecho méritos para que haya quienes así sientan y no sólo no es tiempo, sino que desde aquí no tenemos la menor intención de hacerles revisar ese parecer, aunque pueda no ser exactamente el nuestro.
En todo caso, curados de espanto y más bien concentrados en las cuestiones políticas locales desde hace un tiempo, podemos intentar abordar la cuestión desde una perspectiva estrictamente bahiense.
En ese sentido, podría decirse que más allá de su pertenencia política, Feliú es un hombre respetado y respetable, aunque también hermético e impenetrable en cuanto a sus reales intereses.
Con poco más de 45 años de edad, acredita experiencia y veteranía en la actividad política y también suma algunas mañas.
Por caso suele hacerse el difícil para hablar con la prensa y si no está muy seguro de que una entrevista no se saldrá de los carriles que más le convienen, directamente no la concederá.
Sus detractores le adjudican una peligrosa tendencia a rodearse de afectos a la hora de formar equipos o distribuir cargos.
Prueba de ello es que los dos concejales que le responden –Gustavo Mandará y Sergio Massarella—son sus amigos desde los tiempos en que todos frecuentaban el patio del Colegio Don Bosco.
Para fortalecer este mito, la nueva lista de ediles que lo acompaña, también está encabezada por otro amigo de la secundaria de Feliú: Maximiliano Núñez, quien en los últimos años ha estado a cargo de la delegación local de IOMA.
Los “feliuistas” (palabreja difícil si las hay) suelen llenarse la boca dando cuenta de que su “jefe” es el único político que ha trabajado como corresponde en los últimos años y adjudican a este dato una valoración absoluta.
En todo caso, lo que ha hecho Feliú como legislador no ha sido más que cumplir con su deber. Lo votaron para legislar y legisló. Le pagaron muy bien para ello a juzgar por los bienes que enumera en su declaración jurada, más allá de, como tantos otros, aclarar que nunca abandonó su profesión de abogado (supuestamente la mayor fuente de sus ingresos) ni su rol como docente universitario.
Ocurre que por aquello que en el país de los ciegos, el tuerto es rey, que Feliú haya conseguido la sanción de varias leyes de su autoría, suena a hazaña y con eso saca chapa para que lo consideren para la intendencia: “Si pudo hacer todo esto como legislador… imaginen lo que podrá hacer como intendente”… dicen sus hinchas…
“Ojo que una cosa muy distinta es legislar y otra muy distinta gobernar. La labor ejecutiva requiere una predisposición singular… grandes legisladores han naufragado a la hora de tomar decisiones y viceversa”, advierten los detractores.
La cuestión es que a su competidor más directo, estas mismas objeciones le caben aún mucho más: Como legislador Gay ni puede empezar a compararse con Feliú, ni por trayectoria ni por productividad y su experiencia pública es directamente nula.
Ciertamente no ha habido muchos otros legisladores que puedan jactarse de lo mismo, pese a acreditar como Feliú, varios períodos en el Congreso Provincial.
Pero de allí a asegurar que porque fue un buen legislador será el intendente que la ciudad necesita, hay un trecho bastante largo…
Identificado con el ministro del Interior Florencio Randazzo, la caída en desgracia de su conductor, pareció dejarlo un poco desorientado y sin saber que trole había que tomar para seguir, más allá de que ambos cumplieron con la promesa asumida de traer aunque sea una vez por semana uno de los nuevos trenes chinos para llevar bahienses entre nuestra ciudad y Buenos Aires, dicho sea de paso, en un viaje que resulta más largo que hace 30 años…
Sin embargo, sólo con la inercia de su corrección y laboriosidad, le alcanzó para demoler en la interna del Frente para la Victoria a las huestes de Cristian Breitenstein, lideradas por Iván Budassi, a las que ni siquiera les permitió obtener la minoría que les hubiera permitido colar aunque sea un concejal en la lista definitiva.
Pero eso sí, quedó bastante de lejos de Gay y tal vez fue en esa distancia donde su proverbial pulcritud, empezó a desteñir un poco…
En una jugada audaz y que pocos esperaban de él, salió a discutirle a su adversario a través de un nuevo eslogan la potestad de encarnar un verdadero cambio, dejando de lado el dato histórico que desde 2003 la ciudad está gobernada por el peronismo…
Pero Feliú no es un peronista igual que otros, dicen sus defensores.
Tal vez no les venga mal tomar nota de que el sindicalismo bahiense casi en pleno (salvo Ricardo Pera y la UOCRA) salió a respaldar en pleno la candidatura de Feliú, lo mismo que el mismísimo Dámaso Larraburu, quien tras su declinación de la candidatura, no vaciló en salir a anunciar ante cuanto micrófono se le cruzó su preferencia por el único candidato peronista en la grilla.
Claro que viniendo de quien viene y existiendo las históricas diferencias que existen entre Larraburu y Feliú, no faltan quienes sospechen que más que un apoyo se trate de un abrazo del oso, para restarle o al menos embadurnar su buena imagen con la pestilencia que a muchos les provoca la sola mención del nombre del titular de la Liga del Sur.
Quienes están más o menos en tema tienen claro que es absolutamente imposible cualquier forma de arreglo o pacto entre ambos…
Pero los empapados en estas lides son muy pocos, seguro que muchos menos que los proclives a pensar que finalmente, y ante la desesperación, Feliú no tuvo más remedio que recibir alguna forma de ayuda de su archirrival de tantos años… Algo tan falso, como al mismo tiempo verosímil.
Con todo, si se suman los votos que en la PASO obtuvo Feliú, con los de Budassi y con los de Larraburu, se está igualando (o superando por poco) a los cosechados por Gay.
En política, uno más uno no necesariamente es dos… pero eso no quiere decir que no pueda ser. Mucho más tratándose de quienes se identifican con aquel movimiento al que Borges definió en forma perfecta: NI BUENO NI MALO, TAN SÓLO INCORREGIBLE.

La metáfora de RaúlWoscoff

01 28 (1)Hace años que la viene batallando desde el Concejo Deliberante. No le escapa a ningún tema, por complicado que sea. Presenta un proyecto atrás de otro. Cuestiona, objeta, controla, interviene… nunca deja la sensación de no saber de lo que está hablando. Asiste a reuniones de instituciones, recibe vecinos y es de los que cada día asiste puntual a las instalaciones de Sarmiento y Estomba para cumplir con la labor para la que se lo votó.
Sin embargo, está demostrado que por una extraña razón, cumplir todos los requisitos, en este país y en esta ciudad, como dicen algunos jóvenes “no garpa”…
Extrapolando con el fútbol, si por tener números prolijos, inferiores que trabajen bien y respetarle los contratos a los técnicos, Lanús y Velez deberían salir campeones todos los años… y sin embargo…
Algo de eso le pasa a Raúl Woscoff, en la tapa, representado a bordo de una catramina antigua a la que cuesta hacer arrancar. Puede que haya carencias propias, pero también de mala fortuna para quedar siempre en el peor lugar y en el peor momento.
En este caso, tras cuatro elecciones peleando con la clásica “boleta” corta, sin ningún anclaje provincial o nacional y aun así siempre orillar el 20 por ciento de los votos, Integración Ciudadana escuchó una especie de clamor generalizado para ceder a la tentación y se colgó de quien creyó más acorde a sus principios.
No pudo salirle peor: aquello que se sumó con la ilusión de que aportara el salto de calidad, terminó resultando un yunque que lo tiró para abajo tremendamente.
Ni siquiera la buena imagen que todavía mantienen ante los bahienses Virginia y Jaime Linares alcanzó para salvar la ropa.
Los escasos 10 puntos cortos obtenidos en las PASO por la lista encabezada por Woscoff, podrían ser algunos menos en las generales y con esa merma hasta la posibilidad de colocar dos o aunque sea un concejal, corre serio riesgo.
¿Dónde debería salir a pescar aquellos votos que le permitan salvar la ropa? ¿Entre radicales desencantados por haberse quedado una vez más al borde de la desaparición por un mal arreglo con Macri? ¿Por izquierda o por derecha? ¿Entre aquellos que no quieran saber nada con votar al kirchnerismo pero menos se traguen el sapo de que alguien que habló por un micrófono durante 30 años y sirvió como vocero al establishment bahiense pueda ser el intendente que la ciudad necesita?
Lo cierto es que en la búsqueda por fortalecer la identidad de un frente esencialmente vecinal algo sucedió y no sólo no se solidificó nada sino que se aguó, se descafeinó, se diluyó…
La ida en para nada buenos términos de un tipo “laburador” como Raúl Ayude, sumado al descontento que no terminó oficialmente en ruptura pero se pareció bastante de otra trabajadora como Elisa Quartucci, no pudieron ser superadas…
El coqueteo en algún momento con la posibilidad de aliarse con Macri más allá que a muchos les costara encontrar otra afinidad que no fuera la mera conveniencia electoral, terminó cobrando un costo demasiado alto.
Tanto que esta puede ser la última vez que se postule para la intendencia alguien que no sólo soñó toda la vida con acceder a ese cargo sino que figura, sin dudas, entre las tres o cuatro personas realmente preparadas en la ciudad desde lo técnico y lo político para aspirar a ejercer tal función.
Con todo, de lo que Woscoff haga o deje de hacer, bien puede depender gran parte del resultado de la elección: si sale a morir con las botas puestas y dar una lección de dignidad, tal vez le pueda sacar a Gay los votos que le permitan terminar ganando a Feliú…
Si se resigna a la idea de que le será muy difícil mejorar lo que hizo en las PASO, tal vezWoscoff le esté entregando las llaves de la victoria (y de la ciudad a la que ha consagrado tanto trabajo) al candidato del PRO.

Unas palabras finales para la querida “tribuna”.

12088537_10205373783803852_3286966723383534240_nEsta sesuda interpretación de nuestra ilustración de tapa no puede cerrar sin mencionar, como pasa en algunos programas televisivos, a la querida muchachada que mira desde la tribuna.
A diferencia de lo que sucede en la TV, no lo hacemos con la intención de arrancar de parte de ellos un aplauso fácil, porque realmente no nos interesa. Más bien todo lo contrario.
Nuestra satisfacción pasa justamente porque todos ellos estén allí mirándola desde el costado, sin ninguna posibilidad de participar…
Cristian Breitenstein, Dámaso Larraburu, Gustavo Bevilacqua, Fabián Lliteras, Esteban Mirofsky, Rafael Morini, Ramiro Villalba, Soledad Espina y tantos otros nombres que quien sabe, ojalá, sino retirados para siempre de la política, dependiendo de cómo salgan las cosas el próximo domingo 25 y, especialmente en los cuatro años subsiguientes, para nuestra querida ciudad, tal vez tengan que remar mucho, muchísimo para poder volver.
O esperar que quienes los sucedan en el protagonismo hagan las cosas aún peor de lo que ellos las hicieron… lo cual, sinceramente, suena altamente improbable.

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