«La República vulnerada»

Editorial de Fernández Díaz sobre la próxima marcha en reclamo por la muerte de Nisman.

ARGENTINAPensándolo bien, ¿a qué le tienen tanto miedo? ¿por qué están tan nerviosos? Se trata solo de una marcha callejera, muchachos… nada más que eso; gente de todas las ideologías en una marcha cívica, de respetuoso silencio en memoria de un muerto. ¿Así que ustedes se quedan con la alegría? ¿Y la gente con el silencio? ¿Y de qué están alegres ustedes, muchachos? No da para alegrarse, y ustedes lo saben muy bien, porque, más que alegría, ustedes están aterrados. Más que sonrisa, a ustedes se les asomba una mueca llena de pavor. Pocas veces en la historia democrática moderna se hicieron tantas operaciones, discursos mentirosos y extorsiones públicas y privadas para desarmar una simple manifestación pública. Qué grandes demócratas que son ustedes, muchachos, qué nobles pluralistas que son, ¿eh? Hace varios días ustedes vienen tratando de instalar, con maldad insolente, la idea de que quienes marchan –o marcharán- son golpistas, que hay en funciones un “golpe blando” en la Argentina, dicen ustedes, un golpe suave, un golpe blando. Es un argumento alucinado, hecho para los perejiles que los siguen, muchachos. Esos que siempre están dispuestos a comer la papilla estúpida que ustedes fabrican. Pero ¿saben por qué me caliento? Porque es un argumento insultante. Consiste en calificar de golpista a cualquiera que se oponga a las políticas del kirchnerismo. Solo un movimiento autoritario, dirigido por una estanciera feudal, y sostenido por una nueva casta millonaria, puede tener el tupé de llamar golpista a cualquier disidente. Ustedes son los antidemocráticos. Ustedes, con el sufragio circunstancial, capturaron el Estado y lo mantienen de rehén. Desde adentro, como un caballo de Troya, han producido microgolpes de Estado, legislando con mayorías automáticas y perversas, levantando la mano y obviando el consenso, rompiendo las reglas, corrompiendo la política si es necesario, modificando leyes de fondo sin darle cabida a la opinión de las minorías y de otras voces de la comunidad, desoyendo soberbiamente las sentencias judiciales, avanzando sobre los otros poderes con chantajes y presiones, pisoteando las personas, llevándose por delante a los jueces y a los fiscales, extendiendo el clientelismo, espiando y ensuciando con carpetazos a los críticos, fogoneando la división en todos los niveles y destruyendo el federalismo. Ustedes son el neogolpismo de Estado, que es aquel que se realiza por capricho del líder único arrasando con las instituciones y deformando la República. Ustedes han magullado, destrozado la República. nisman9No hablen en nombre de ella ni de la democracia en la que nunca verdaderamente creyeron. Ustedes siempre la llamaron despectiva y burlonamente la “democracia liberal” o “burguesa”, pero no se atreven a decírselo a la cara al pueblo. Claro, es piantavotos decirlo. Y entonces, en el colmo del caradurismo, se hacen los demócratas. Ustedes, los que más hicieron para malformar la democracia y hacerla a medida de los deseos temperamentales de una sola persona. Yo los acuso. Yo no soy nadie pero los acuso. Ustedes son los mayores golpistas de la era democrá tica. Vienen golpeando desde hace años a la Constitución Nacional. Cualquier constitucionalista serio puede explicárselos. ¿Ustedes son los que luchan contra el poder? Ustedes son el más rancio poder. Y la gente, poca o mucha, marchará el miércoles, no solo por Nisman, ni apoyando a los fiscales porque se sienten desamparados para seguir investigando la impunidad. No… la gente, poca o mucha, marchará por toda esta patoteada, porque ustedes son los patoteros del recreo.
He leído hoy con angustia, con verdadera angustia, una larga perorata denunciando al golpe suave. La firmaban actores, escritores, intelectuales, personas que alguna vez apoyaron la marcha del silencio por la muerte de María Soledad o la marcha de silencio para que se esclarezca el crímen de Cabezas. Hoy operan para que nadie marche el miércoles. Del trabajo a casa, y de casa al trabajo, ciudadanos, nada de ocupar el espacio público, nada de pedir justicia. Triste… muy triste. Intelectuales operando para la antipolítica y para la impunidad. Para infundir en los demás el miedo que ellos tienen y para denunciar un golpismo que ellos convalidan. Al final dicen que hacen todo esto por la Constitución, la democracia, la justicia, los Derechos Humanos y la paz de la República. A la Constitución la hirieron; a la democracia la vulneraron y adulteraron; a la justicia la avasallaron, a los Derechos Humanos los ensuciaron; a la paz la alteraron con sus antagonismos feroces y a la República… a la República la combaten todos los días. Ustedes son lo que dicen combatir. Se transformaron en lo que abominaban. La historia los juzgará.

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