BREVE GUÍA PARA QUE LARRABURU NO NOS TOME POR ESTÚPIDOS UNA VEZ MÁS

EDITORIAL 107 –

TAPA 1070001Como pocas veces en 30 años de democracia, las elecciones de este año ofrecerán a los bahienses una oportunidad histórica y esperanzadora para que algunos personajes nos dejen de tomar a todos por estúpidos y reciban debida nota de que, aunque sea algunos, ya nos dimos cuenta de sus inmundicias.

De lo que hagamos con nuestros votos, dependerá que se sigan saliendo siempre con la suya a costa de todos o, en una de esas, algunas cosas empiecen a cambiar y a renovarse de una buena vez.

Claro que para ello se requiere un mínimo de dedicación a la indispensable labor de entender qué se vota, quiénes son realmente los candidatos que se esconden en farragosas
e incomprensibles listas y, fundamentalmente, a qué intereses responden y representan.

Si nos vamos a quedar sólo con los eslóganes, los spots televisivos, los folletos, los afiches y las gigantografías que inundarán el paisaje urbano, estaremos perdidos…

La chance pasará y las decepciones se multiplicarán cuando caigamos en la cuenta de que, por no habernos tomado a tiempo aunque sea unos minutos para pensar el voto, fuimos engañados una vez más.

No vamos a decir aquí por quien hay que votar ni a tomar posición alguna, siquiera velada o disimulada, en tal sentido.

Para eso sobrarán las operaciones y los variopintos servicios que los medios pautados por el poder con dinero de todos prestarán a sus mandantes.

gay bonzoSi algo tiene de útil el patético “caso Gay”—del cual en esta edición nos ocuparemos en amplitud y por separado—es que si todavía quedaba alguien en esta ciudad que creía que sus periodistas eran“seres objetivos y equidistantes de todas las posiciones” que sólo se dedican a informar con pureza y objetividad, esa persona es un perfecto “pelotudo” en el más “fontanarrosiano” sentido de la expresión.

Y es justamente este esfuerzo periódico llamado ÁTICO, una reacción ante esa acción descarada, constante, impune y de tantos años de hacernos el verso.

Puede ser modesta e insuficiente, pero intentamos, que también digna yamplificada en aquellos que abrimos los ojos para empezar a ver las cosas como son realmente y no como durante años nos las vendieron.

Consecuencia directa de la prostitución de los medios es, por caso, la consolidación de personajes de la calaña de Dámaso Larraburu.

Si aunque sea los bahienses lográramos con nuestro voto que este sujeto vea por fin su límite en las próximas elecciones, podremos decir que habremos sacado un muy buen resultado.

Sí, primero en la noche del próximo domingo 11 de agosto y luego, y más importante, en la del todavía lejano 27 de octubre los resultados le demuestran a este monje oscuro y perverso—empleado este término en su más estricto significado científico—que ya no puede seguir cagándose soberanamente en la gente, sea propia o sea ajena, entonces podremos decir que las elecciones, por una vez, han servido para algo.

Alcanza sólo con describir todas las fichas jugadas por el actual presidente de la Liga del Sur en el próximo tablero para dejar en evidencia una jugada denigrante por donde se la mire…

Denigra, por si hacía falta aún más, al propietario de una de las peores imágenes públicas de la ciudad, cuyo nombre escondido por allá abajo en una lista electoral presentada con cinismo como “renovadora”, es como el de aquel criminal que deja su huella en la escena del delito, quizás con el afán oculto de ser descubierto alguna vez porque, en realidad, no se aguanta más a sí mismo y anhela ser descubierto alguna vez, como único remedio a su maldad.

Pero también, denigra a quienes prestan, indignos y serviles, su nombre a estratagemas impresentables e insostenibles, en procura de un sueldito o, aunque sea, subir un escalón en un repugnante escalafón de chupamedias.

Y por último, y mucho más grave, nos denigra a todos los bahienses, quienes no somos tomados siquiera con una mínima cuota de respeto y consideración por quienes insultan nuestras inteligencias al pretender que no nos demos cuenta de estas burdas argucias, evidentes y alevosas.

Cristina, con admiradores así, no necesita enemigos…

lupaAl cierre de esta edición, el perfil de twitter de Dámaso Larraburu, todavía lo presentaba como “admirador de CFK”.

Sabido es, no son ni serán estas páginas para nada partidarias de la actual mandataria de “todos y todas”, pero por un elemental ejercicio de la conmiseración, nos permitimos marcarle a la Presidenta que tenga muchocuidado, porqué si quienes se declaran “sus admiradores”proceden así, entonces ¿qué puede esperar de sus detractores?

Lo cierto es que tras haber asegurado que nunca más sería candidato, el hombre apareció en el número 35 de la nómina de postulantes a diputados nacionales del paradójicamente denominado “Frente Renovador”…

Cabe insistir: que Larraburu forme parte de una agrupación que pregona “renovación” es tan paradójico como que las empresas del Polo Petroquímico auspicien campañas por el cuidado del medio ambiente y suplementos alusivos “organizados” por REX Publicidad.

Obviamente, está claro que en desde ese lejano trigésimo quinto puesto, ni aunque Massa haga la mejor elección de la historia mundial, el actual dirigente futbolero cambiará su despacho de 11 de Abril 77 por otro en su añorado Congreso Nacional, al que tanto “jugo” le supo sacar en sus tres períodos como legislador.

Pero la sola mención de su nombre dispara unas cuantas lecturas, indispensables para aquellos que mínimamente intenten que su voto no se transforme en lo contrario a lo que pensaron al momento de emitirlo, al día siguiente de una elección.

¿Será que Larraburu quiso firmar su jugada maquiavélica y por eso accedió a aparecer en ese arrabal del listado?

¿O fue porque Sergio Massa, nacido y criado en la jungla del Conurbano, donde las traiciones y los cambios de bando de los popes y punteros son moneda corriente, lo obligó a “poner los dedos” como exigencia y compromiso, si es que realmente iba a jugar en ese lado del mostrador?

Si es así, a alguien acostumbrado a hacer siempre aquello que le conviene “hoy” sin pensar en lo que pueda pasar mañana, una vez más, le importó muy poco lo que le pudiera pasar a su “protegido” Gustavo Bevilacqua, a quien embarcó en la aventura de conducir interinamente los destinos de una ciudad y, para ello, le estampó en la frente el sello “K”.

En realidad, dentro de ese poco (¿o nada?) que le importó el buen nombre y la cada vez menor consideración que muchos bahienses sienten por el actual intendente, incluyó sí la posibilidad de “acomodar” a dos jóvenes componentes de su stock de carne humana, a la que primero ensalza, después cocina, más tarde deglute y por último… bueno, todos sabemos cómo culmina el ciclo alimenticio…

Así ha sido con todos sus lacayos: primero elige, luego usa, exprime y finalmente tira cuando ya no le sirven a él y a su incomprensible e infinita voracidad.

Para eso, esta vez, puso en el primer lugar de la lista de candidatos a ediles al joven abogado Matías Italiano, uno de los más locuaces integrantes de su renovado séquito de adulones…

Y en el segundo a la novia/pareja del inefable Rafael Morini, como para asegurarse en ambos casos, fidelidad absoluta únicamente a su persona y no a ningún otro proyecto.

Calcula Larraburu que con el sólo hecho de portar el sello oficialista, por más mala que sea la elección, dos concejales se sumarán a su elenco de títeres por ese lado.

A esta hora, los solapados intentos de explicación sobre una posible “fuerte discusión y ruptura” de Larraburu con su pupilo Bevilacqua suenan más falsos que dólar celeste…

Una escandalosa farsa capaz de competir en su pestilencia con aquella otra histórica, acontecida en Bayona a principios del siglo XIX.

En efecto, nadie con dos gramos de cerebro puede creer que Bevilacqua pueda siquiera considerar pelearse con Larraburu, por el simple hecho de que Bevilacqua “sólo es” con Larraburu.

l0001Lo triste es que siquiera insinuarlo es menospreciar la inteligencia ajena y eso no habla bien de la calidad humana de quienes lo intentan.

De Larraburu, nada sorprende… pero el intendente interino es de los que ponen “cara de yo no fui” y hasta hablan de Dios y religión, cuando no, hasta son capaces de dilatar las pupilas con alguna lágrima para sonar creíbles a la hora de dar sus explicaciones y “hacerse los buenitos”.

Esa es la primera canasta donde, esta vez, puso sus huevos la serpiente…

Pero hay más y esos huevos sólo pueden romperse uno por uno, usando muy bien la cabeza a la hora de votar.

Lemos Jr.: servilismo y pusilanimidad…

Nadie tenía muy claro cuál era la virtud de Julián Lemos para haber aparecido de un día para otro en 2009 como candidato a concejal de la por entonces pujante Unión-PRO…

coleccionable 10 v10001En aquellos días de hace exactamente cuatro años pocos creímos cuando algunos observadores muy avezados aseguraban que esa lista “también había sido, en gran parte, digitada por Dámaso…”

Bastó que el carro empezara a andar para que la verdad quedase en desoladora desnudez.

Lemos pasó a ser primero aliado y luego espada del “larraburismo” en el Concejo Deliberante.

El cenit de esta enorme estafa y defraudación a quienes lo votaron sucedió cuando hubo que defender la última rendición de cuentas, y la voz cantante por el “oficialismo”, no la llevó ningún edil de la bancada del Frente para la Victoria, sino este esmirriado contador, de apariencia y voz tan frágiles como sus convicciones y, porque no, su dignidad.

Aseguran los conocedores que el joven Lemos, hijo de un recordado dirigente radical, fue reclutado por Larraburu en tiempos en que el chico era un estudiante con grandes aspiraciones en Buenos Aires y salía de juerga con un asesor del por entonces diputado (período 1997-2001) llamado Rodolfo Perciacanto, luego, claro debidamente acomodado vaya uno a saber por quién en el grupo Bapro, donde todavía revista como director de Provincia Vida.

Más aún, hasta están quienes aseguran que cierta tristeza, melancolía y desencanto que muchos advirtieron en Carlos Lemos durante los últimos años de su vida (truncada en un accidente de tránsito, pero condicionada por severos problemas de salud) se debía al hecho de que “el nene andaba en malas juntas en Buenos Aires”.

Sea como sea, los hechos hablan por sí solos y el otrora “denarvaísta-macrista” ahora pasó a ser “massista” por obra y gracia del “Padrino Dámaso”, para poder así, seguir haciéndole los deberes desde el concejo en temas tan delicados como el transporte público de pasajeros, cuyos aumentos de boleto, a diferencia de su padre, no tiene el menor tupé de no excusarse de votar.

Después de Lemos en la lista, aparece Lisandro Ganuza otro “ex radical”, amigo de Lemos—y por ende proclive a hacer los deberes que le indique Larraburu, gracias a cuya bendición, haciendo los primeros palotes en el penoso ABC de la traición, consiguió hace dos años la “relevante”prosecretaría del HCD.

El primer cupo femenino es para Vanina González, quien cuenta con un insoslayable y calificado atributo para aspirar a una banca: es una de las mejores amigas de la actual senadora por el Frente para la Victoria, Diana Larraburu.

En cuarto lugar, a la espera de que Massa sea el fenómeno que todavía no se sabe si será, aparece el nombre de Matías Lera, un militante juvenil formado en comunicación social con terminales en varios referentes de distintas vertientes, pero, hay que decirlo, todavía no con Dámaso Larraburu… ¿Durará incontaminado?

Corrado: convicciones a medida del “Jefe”

Cuando solo unos pocos veían venir que el pase de Larraburu al “massismo” fuera a ser tan explícito, el nombre de la fiscal María Martha Corrado—quien le debe todo en su carrera a Larraburu: desde su concejalía, hasta su puesto en la justicia, sin olvidar de ayudas económicas para terminar sus estudios de abogada, ante la temprana pérdida de su padre, un apreciado médico pediatra cerrense—sonaba como posible postulante del “oficialismo” municipal a la lista seccional.

Eso sucedía en procura de tener un nombre que pudiera contrarrestar o complementar el de Marcelo Feliú, a quien, bronca que le tienen mediante, desde el municipio le auguraban pocas chances de obtener un tercer mandato como legislador.

Dicho sea de paso: por más ley de Fertilidad Asistida que se haya propiciado ¿no es un poco mucho, 12 años en una banca? A no asustarse, que Tunessi acredita los mismos años en la legislatura provincial y apunta para ocho en el Congreso Nacional, sin contar su condición de edil por varios períodos desde los albores de la democracia… es decir tres décadas de abnegada subsistencia adherido a la teta del Estado.

Pero volvamos a Corrado, apodada en el seno del “larraburismo” como “La corredora”, tal vez por su afición al pedestrismo que suele practicar tal cual lo hizo en una competencia convocada por el municipio, luciendo muy ajustados “minishorts” que generaron variados comentarios ante su veloz paso…

En caso de haber sido legisladora por el oficialismo, esta fiscal que saltó a la fama por el caso de la periodista suarense Estefanía Heitt y otros aberrantes delitos sexuales, hubiera tenido que defender la malograda “Reforma Judicial” propiciada desde el Gobierno Nacional y, para el bien de la República, denegada por la Corte Suprema.

Ahora, desde la vereda de enfrente que implica el “massismo” seguramente podrá criticarla para la tribuna…

Grucho 20001Nunca más vigente aquello de Groucho Marx: “Estos son mis principios. Si no le gustan… tengo otros”.

Eso sí, dentro del Poder Judicial, a Corrado, la tienen muy bien medida y saben, por caso, que en los últimos tiempos había venido sobreactuando todo lo que pudo su presencia mediática, incuso llamando ella misma a periodistas locales y nacionales para “salir en cámara” y así explayarse sobre “temas de su especialidad”.

No pocos adjudican esa deliberada “elevación de perfil” a una búsqueda de notoriedad ordenada por su jefe Larraburu en procura de posicionarla para un cargo legislativo, con todo lo que ello representa política y económicamente.

Después de Corrado aparece en la nómina un tal Pablo Garate…

Un tresarroyense de no muy buena reputación en su ciudad, donde fue echado en circunstancias no muy claras como delegado de la Anses en tiempos en los que justamente Sergio Massa conducía los destinos del organismo…

Unos años después, es colgado de aquel que lo cesó en un cargo, que Garate pretende cumplir su obsesión de ser legislador provincial, ambición que le viene desde los meses en que “le tomó el gusto al queso” al reemplazar en su banca al fallecido dirigente tornquisteño Gerardo Rattero.

El dato inquietante a los fines de esta compilación es que quién en las últimas semanas ha llamado a radios y medios bahienses para pedir que le hagan notas a Garate, como “hombre de Massa en la región” no fue otro que Dámaso Larraburu.

Después de Garate viene otro nombre que también, venia de Larraburu mediante, se anota para un tercer período como legislador: el ex intendente de Monte Hermoso, Marcelo Di Pascuale, propietario de un dudoso record en la relación “permanencia en un cargo muy bien pago/servicios prestados a la sociedad desde el mismo”.

¿Alguien recuerda algo bueno que desde “los equipos de trabajo” de este legislador haya surgido alguna ley transformadora que amerite ocho años de percibir uno de los sueldos más altos de la administración pública?

Seguramente, en estos dos primeros períodos, Di Pascuale debe haber precalentado y aprendido la mecánica del Congreso Provincial para, eso sí descollar en un tercero… ¿he ahí la esperanza?

¿O será que su condición de fiel mandadero de Larraburu al que tributa puntualmente con eficiencia y sin chistar, le reditúa para mantenerse en la banca y siempre ligar?

Y como frutilla del postre no se puede dejar de mencionar el patético papel de Constanza Rivas Godio, macrista devenida en massista con tal “de tener un cargo como sea”, según dicen por obra, gracia y recomendación de un viejo amigo de Larraburu: el otrora vocero presidencial Juan Pablo Baylac.

Portadora de un apellido de cierto lustre al que algunos buenos manchones de barro le ha venido adosando con sus inconductas (pedido de licencia para irse a trabajar con “Mauricio” mediante), “Connie” dejó colgado del pincel al pobre Leandro Ginóbili, al que, desde el PRO de Mauricio Macri, fueron a buscar para que sea concejal en procura de aplicar “la receta Del Sel” y luego abandonaron a la intemperie quizás al comprobar que ni su ilustre apellido alcanzaba para hacerle soltar el lastre de un escaso vuelo intelectual, sumado a ciertos problemas judiciales/conyugales y poder levantar vuelo como candidato a algo.

En fin: está dicho… si algo está fuera de toda duda es que en Ático no sentimos especial simpatía por los “K”…

Pero esto no quita que reconozcamos que la torpeza, la inoperancia y la falta de seriedad de quienes pretenden oponérseles terminan siendo su principal fortaleza.

¿También en la lista de DeNárvaez?

Al cierre de esta edición, en una entrevista concedida al programa “Frente a Cano” que se transmite por 101.5 Radio Music, Francisco De Nárvaez prometía “terminar con el dominio político de Dámaso Larraburu” en la Sexta Sección.

Como sucedió en 2009, el “Colorado” dijo exactamente lo que muchos queríamos escuchar…

Pero, a poco de averiguar, cuesta creer que, tal cual sucedió con su mentado “Plan de Seguridad”del que tanto habló para ganarle a Néstor Kirchner, la cosa pueda pasar de las palabras a los hechos…

En efecto, además de la escandalosa connivencia que su candidato a legislador provincial Héctor Gay tuvo como “vocero estrella” del oficialismo bahiense tras el derrocamiento de Rodolfo Lopes (es decir, prestando servicios pagos al tándem Larraburu-Breitenstein), también quien encabeza la lista de concejales de este partido, tiene antecedentes que lo vinculan directamente con Larraburu.

Contó en repetidas ocasiones Rodolfo Lopes que, tras haber ganado las elecciones el 14 de septiembre de 2003 y así terminar con 20 años de hegemonía radical, Dámaso Larraburu pretendió “empezar a armarle el gabinete municipal”…

Y para Secretario de Gobierno le propuso a un joven “muy capaz” que—vaya coincidencia—había trabajado en el Congreso Nacional con Juan Pablo Baylac…

Ese joven no era otro que Martín Salaberry.

Agregó el ex intendente que le alcanzó con enterarse de los antecedentes del postulante a un cargo clave para “bocharlo” con firmeza.

Algunos sostienen que fue allí donde se iniciaron los desencuentros (o los gestos de independencia de Lopes) que desembocaron en su destitución en agosto de 2006.

Lo que vino después, es historia más o menos conocida, con el mismo de siempre como regisseurde una opereta barata que sólo a él le reditúa: Dámaso Larraburu, siempre sacando o poniendo gente que le sirva para seguir haciendo negocios e impedir todo aquello que no le suponga algún beneficio…

Ese y no otro: es decir, los negocios, son su verdadero y único partido.

Describirlo de manera descarnada para que cada vez sean más quienes puedan estar al tanto de sus tretas a la hora de poner el voto, tal vez sea, por ahora, una de las únicas formas de poner algún límite a esta nefasta presencia que tanto ha costado y tan poco le ha dado a la vida política bahiense desde 1985 a la fecha.

Un comentario

  1. Como siempre felicitaciones una vez mas por la veracidad y la valentia de publicar las cosas como son.. Coincido plenamente con uds. en que , tambien espero, que la ciudadania bahiense tome nota de los nombres y del nombre que armo absolutamente todas las listas. Para terminar deseo dejar plasmada una frase , tan contundente como real… LOS PUEBLOS QUE VOTAN CORRUPTOS, MAS QUE VICTIMA SON COMPLICES…. por eso Memoria a la hora de votar, y en eso uds. nos refrescan la historia para no repetirla..Atte.

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