«La libertad no es elegir quién será tu presidente o tu amo… la libertad es no tener amo”

Néstor A. Martínez Falcón. –

EL CACEROLAZO… La rapidez en crear acrónimos (una sigla que se interpreta como una palabra o una frase) para encabezar temas a través de las redes sociales es atribuible a las tribus que han hecho de Internet una pasión y un medio de vida –sujetos de conchabar, obvio-; en inglés se llaman “geeks” (¡caramba!). Lo que sucedió fuera de madre política, entonces, se conoce como el 13_S… Y vulgarmente como el cacerolazo del 13 de septiembre de 2.012.

Veamos: En la Argentina “de Cristina” hay 20 millones de usuarios de Facebook -en el mundo hay más de 770 millones- y es el tercer país en la escala latinoamericana, detrás de Méjico y Brasil que lo utiliza.

Los 20 millones, se distribuyen en los siguientes segmentos etarios:

  • 26% tienen entre 25 y 34 años

  • 25% tienen entre 18 y 24 años

  • 13% tienen entre 35 y 44 años

  • 30% otros

En cuanto a Twitter nuestro país se halla en el puesto 15° de los países con mayor cantidad de usuarios, lista que como era de esperar encabeza Estados Unidos con 107,7 millones de usuarios que representan el poco más de 28% del total de registrados. A nivel Sudamericano estamos por detrás de Brasil (2°), y siguen Venezuela (12°) y Colombia (14°).

El estudio se realizo sobre 383 millones de perfiles de Twitter creados antes del 1 de enero de 2012 y para localizar a los usuarios se usaron datos como la información incluida en el perfil, zona horaria, idioma y coordenadas GPS desde las que se enviaron los tweets.

Se comprobó que en todo el mundo se realizan 175 millones de tweets por día, y que ya existen creadas más de 465 millones de cuentas. En el primer lugar aparece Estados Unidos con 107.7 millones, seguido por Brasil y Japón con 33.3 y 29.9 millones respectivamente. Según el Ignis View de la agencia de medios y comunicación Ignis, la Argentina aparece recién en el puesto número 15, con poco más de 6 millones.

En relación a la influencia de Twitter, hay un hecho que a pesar de no haber registrado una elevada cantidad de Tweets, demuestra la influencia que generan. En la llamada “Revolución de Egipto” ocurrida el 25 de enero de 2011, miles de jóvenes, que no se identificaban con partidos políticos, se convocaron a través de Twitter y Facebook para congregarse en el centro de El Cairo y expresarse por las condiciones de vida. Este reclamo –entre otras circunstancias políticas- derivó en la renuncia del presidente Hosni Mubarak. Sin embargo no hubo cambio en la política egipcia y menos aún el advenimiento de nuevos y jóvenes dirigentes políticos y sociales.

Una nota sobre twitter no está completa si no mencionan los twitter bots, programas que simulan ser usuarios reales y que incluso postean. Así se explica una parte de los miles de seguidores que tienen algunos personajes. Y en argentina las operaciones con twiteros contratados para provocar hashtag (numeral y palabra) que impone un tema.

Este movida espontánea de la clase media y no tanto dije “es una gran Armada Brancaleone autoconvocada”.

Entonces: este fenómeno usado en otros lares (EE.UU. 2003/2009; Egipto 2011) no es aún comprensible para los ajados políticos Argentinos, porque Lo que cambió no fue Clarín. Fue el universo de la comunicación. Parecieron, en un principio, haberse dado cuenta (hasta lanzaron precarios activistas para disputar el territorio informático de las redes sociales).
La sobresaturación de los medios de comunicación adictos al gobierno resultó sustancialmente más indignante que la divulgación de los medios críticos.
La infinidad de recursos propagandísticos consiguieron el objetivo exactamente contrario al buscado.
Para colmo, el abuso más irritante, que la sociedad (a la vanguardia) castigó, fue la mala praxis de la Cadena Nacional.

Pero por ahora en primer lugar, el kirchnerismo ocupa por completo, casi sin fisuras, el aparato administrativo y económico del Estado. En segundo lugar, porque se apoya en una vasta organización territorial, que representa a ese Estado en los últimos rincones de la sociedad, donde viven los que más sufren y los que másnecesitan.

Como dijo Beatriz Sarlo… y suscribo… ”La responsabilidad cae del lado de intelectuales y políticos que no articulamos una interpelación progresista, democrática y autónoma. No supimos escribir las cosas mejor que en Facebook»

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