Una didáctica manera de comprender el despilfarro

PALABRA POR PALABRA – 

Una vez más, este programa radial que se emite por FM DE LA CALLE y es realizado por un grupo de jóvenes militantes denominado G-83 se animó a desmenuzar una palabra clave para comprender el presente bahiense. Aunque todavía no figura en ningún diccionario, en esta parte del mundo, todos saben de que se habla cuando se dice COPROTUR…

Equipo de ÁTICO

Desde hace unas semanas, lo bahienses hemos incorporado un nuevo vocablo en nuestro léxico político: COPROTUR. Las siglas del Consejo para la Promoción del Turismo se han convertido en sinónimo de corrupción y despilfarro de dinero público. Prácticamente muy pocos bahienses conocían directamente su existencia hasta que la olla fue destapada. El manejo discrecional de los fondos del COPROTUR, por cifras monumentales, desnuda la impunidad de una administración política sin escrúpulos al momento de manipular para su conveniencia las estructuras del Estado y cerrar negocios con las corporaciones económicas. Una praxis política que termina pintando de cuerpo y alma a quienes ocupan quienes ocupan las oficinas de Alsina 65. El sistema democrático se ve prácticamente burlado ya que los mecanismos de representación, quedan fraguados por quienes conciben los espacios políticos como meros espacios de poder personal. La impunidad con la que se han manejado es a todas luces, alarmante. Los nombres de Sergio Paladino, Soledad Espina, Ramiro Villalba, Fabián Lliteras y muy especialmente Cristian Breitenstein sobrevuelan en este escándalo y es difícil pensar que el actual intendente, Gustavo Bevilacqua pudiera estar al margen de una maniobra política de semejante envergadura. De esta forma, el uso desmedido y sin ningún control de dinero público fue utilizado como parte del montaje de la campaña ‘Cristian 2011’, shows artísticos, deportivos, muestras e inauguraciones de obras permitieron un sinnúmero de fotografías y cámaras de televisión para el actual Ministro de la Producción provincial. Además del poco apego por los controles republicanos y las reticencias de propio oficialismo a que el tema sea investigado correctamente. Estamos ante un claro ejemplo de que proyecto de ciudad construyen cotidianamente. El larraburismo expresa una casta política sin ningún apego a los controles y al mismo tiempo un entramado de negocios que formulan una ciudad para pocos, las prioridades parecieran estar trastocadas en una ciudad que tiene una agenda social urgente. No solo es importante saber por qué se gastaron 14 millones y determinar claramente las responsabilidades políticas. También permitir que se desarrollen correctamente los canales de investigación correspondientes, ocupa un plano de primer orden. El esclarecimiento es fundamental para no generar ni alimentar este discurso de la anti-política que tan alegremente campea en la sociedad bahiense, sosteniendo que “la política es una mierda”, “los políticos son todos iguales” o “no hay que meterse ya que no se puede hacer nada”. Justamente el descreimiento y la inacción son lo que buscan los que quieren que nada cambie, y que Bahía Blanca siga siendo una ciudad para pocos”.

Esta es la transcripción textual del editorial con que se abrió la edición dedicada al tema COPROTUR del programa radial PALABRA por PALABRA emitido los jueves de 13 a 14 por FM DE LA CALLE (87.9MHZ), esta vez conducido por Nicolás Servidío y Raún Gallardo.

Como invitadas, estuvieron dos mujeres concejales: Elisa Quartucci y Aloma Sartor y lo que sigue, es la transcripción literal de algunos tramos salientes de una charla que tuvo la virtud de explicar el asunto desde sus primeras causas y principios.

Es que la vorágine con que se desarrollan ciertos acontecimientos a veces hace que el detalle meramente anecdótico pueda tapar o eclipsar a lo sin dudas sustancial…

De allí la importancia de espacios como estos en los que se puede abordar con cierta profundidad un asunto que no cabe ser ni explicado ni simplificado en pocas palabras.

Un poco de historia

Los primeros minutos del programa permitieron a conductores e invitados trazar un breve repaso histórico de la existencia del ente.

Según se dijo, el Consorcio para la Promoción del Turismo se creo en el año 2006 por una ordenanza impulsada por el Departamento Ejecutivo a instancias de una propuesta de dos empresarios bahienses, ambos fallecidos: Enrique Aerts y Raúl Martínez Gambino.

La intención original, como el nombre del ente lo indica, fue fomentar el desarrollo del turismo desde una visión multidisciplinaria y más allá de la escasez de atractivos que puede caracterizar a nuestra ciudad propiamente dicha, pero teniendo en cuenta otros ingredientes como la proximidad de las sierras y el mar.

Aloma Sartor indicó que el perfil del organismo cambió decididamente en 2011 por la orden del intendente Cristian Breitenstein de canalizar recursos exclusivamente municipales para promover actividades de lo más diversas.

No se trató de un caso aislado, sino de un sistema, lo cual para nosotros es gravísimo”, indicó.

Por su parte, Elisa Quartucci, acotó que cuando se inició el COPROTUR no contó con presupuesto asignado alguno.

Más aún, al aprobar el ejercicio 2011, el Concejo Deliberante no votó ninguna partida asignada con ese fin.

Si hubo una de 4,8 millones destinada a subsidios a entidades, que luego, se ejecutó en exceso hasta alcanzar la cifra de 22 millones de pesos. Estamos hablando de cifras que no estaban presupuestadas en ningún lado. Estas actividades solicitadas por estos propios funcionarios, al director del COPROTUR y las notas que las hemos visto en varios expedientes, dicen ‘solicitamos que a través del COPROTUR se financie determinada actividad’ entonces acá es donde se empieza a mezclar todo”, explicó.

El caso más grosero para observar es el de los 7 millones 400 mil pesos destinados a la feria Una Sola Bahía (USB), esos subsidios, esos expedientes, esas notas de pedidos por parte los funcionaros municipales al director del COPROTUR nunca fueron analizadas y esto se puede corroborar en las actas o por los dichos de los integrantes del COPROTUR, nunca fueron analizados estos pedidos o los importes en las reuniones de directorio. Lo que se muestra es que a través del COPROTUR se utilizó la figura para eludir el mecanismos de contrataciones y de compra que habitualmente debiera haber seguido el municipio, es decir si la adquisición por ejemplo de baños químicos de equipo de sonido la hubiese hecho directamente el Instituto Cultural, obviamente debieran haber respetado que las empresas estén registradas en el registro de proveedores, deberían haber llamado a concurso de precios o licitaciones dependiendo de los montos. En cambio acá se hizo todo en forma directa contratando a empresarios ajenos a nuestra ciudad, que por supuesto ellos cobraron y ahora estamos dándonos cuenta que hay muchos empresarios chicos de nuestra ciudad que todavía no han recibido su compensación”, reveló Quartucci.

 

La punta del ovillo

Lo cierto fue que semejantes movimientos llamaron la atención de quienes, por caso los concejales, analizan el funcionamiento de la ciudad con una mirada más aguda.

Cuándo preguntábamos de dónde salía la plata para financiar tantas cosas, se nos decía que del COPROTUR, pero nosotros sabíamos que el COPROTUR no tenía partida presupuestaria”, comentó Quartucci.

Lo concreto fue que con fecha 02 de febrero de 2012 se elevó un pedido de informes desde el Concejo a la intendencia para que se aclare cómo se financiaron las actividades del organismo.

Casi cuatro meses después, ante alguna insistencia periodística de la oposición, el intendente Bevilacqua decide remitir al concejo parte de la información obrante en el municipio sobre el asunto y así estalló un escándalo de proporciones aún no resueltas.

Cuando Bevilacqua vino al concejo por el tema del agua, al terminar la reunión nos dijo que nos iba a enviar la información que le habíamos pedido”, recuerda Sartor.

A los dos días, llegó una “hojita” con el estimativo de cada uno de los expedientes y allí surgió por primera vez la cifra de 14 millones de pesos.

Pegamos un salto impresionante. No lo podíamos creer. Pedimos entonces todos los expedientes y nos quedamos pasmados. Fue impresionante ver todo aquello junto y de golpe”, reconoce.

Entre las sorpresas con que se encontraron—además de las cifras cuantiosas movidas—se incluye la presencia de tres concejales en el directorio del ente, cosa que era desconocida al menos por dos de los involucrados: Cristina Molina y Julián Lemos, del bloque Unión PRO.

Fueron tan desprolijos como arbitrarios. Hay firmas que están y no deberían estar y otras que faltan y se necesita que estén. Muchas irregularidades que corresponde analizar dentro de la mayor brevedad”, indica.

Todos los caminos conducen a “Cristian”

Consultada sobre la responsabilidad que le cabe al actual ministro Breitenstein en el asunto, Elisa Quartucci, aseguró que estaba al tanto de todo.

De hecho fue quien firmó todas y cada una de las resoluciones por las que se otorgó dinero al COPROTUR”, reveló.

Sin embargo, pidió separar dos cuestiones: lo político-administrativo de lo judicial.

Ya se formuló una denuncia tratando de dilucidar si hubo delito o no. Desde lo político, la responsabilidad de Breitenstein es total y veremos que dice la justicia la respecto si es que además hubo delito o no lo hubo”, aclaró.

Respecto los roles de Sergio Paladino y de la concejal Soledad Espina, indicó que “ambos eran los que le daban el OK a las facturas que se pagaron”.

Nosotros desconocíamos que Espina fuera la tesorera del organismo y no nos parece que como concejal pudiera ocupar tal cargo en un ente que debería ser controlado por el propio concejo”, agregó.

En otro orden, respecto al tratamiento que el tema puede está recibiendo por parte de los medios locales, ambas concejales dijeron que no tienen constancia de que pueda haber censuras o presiones para que no se hable del asunto en determinados espacios y manifestaron su certeza de que “ya no se puede tapar el sol con las manos”.

Finalmente Elisa Quartucci manifestó su compromiso de propiciar una “investigación responsable, seria y transparente”, más allá de que no se cuente con toda la documentación con la que se debería contar.

En tanto, Aloma Sartor admitió que la oposición no cuenta a priori con los votos necesarios para conformar una comisión investigadora que, entre otras cosas, pueda dictaminar si corresponde o no avanzar en una destitución del intendente en uso de licencia.

Pero el tema reviste tal gravedad, que si la gente nos ayuda y nos da el apoyo, llegaremos adonde haya que llegar”, concluyó.

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